CONSECUENCIAS REALES DE LA ADICCION AL CANNABIS
El consumo de esta sustancia puede producir varios problemas:
Adicción: Esta sustancia tiene un alto poder adictivo.
Modifica el circuito de recompensa y aumenta la dopamina en el núcleo accumbens, efectos que comparte con otras sustancias adictivas como la cocaína o el alcohol.
La adicción del cannabis hace que el abandono del consumo sea difícil, especialmente sin ayuda de especialistas.
Por otra parte esta adicción junto a la visión positiva que desde la sociedad se tiene del consumo de esta sustancia lleva a que muchos pacientes queden en la fase de “precontemplación”, negando el que les resulte un problema el abandono.
Efecto sobre la motivación: Desde los años 60 está descrito que el cannabis produce el llamado “síndrome amotivacional”.
Consiste en que el consumidor muestra una disminución de la apetencia por otras actividades de la vida que antes le apetecía realizar. Los adictos a cannabis suelen sentir que sus estudios, su trabajo, sus actividades de ocio o sus relaciones no les “llenan”.
Una sensación de vacío hace su vida desagradable. Para paliar este efecto del cannabis suelen aumentar la dosis de la droga, con lo que el problema en realidad aumenta.
Trastornos de ansiedad: A pesar de su efecto tranquilizante, en personas predispuestas el consumo de cannabis puede llevar a la aparición de diversos trastornos de ansiedad como crisis de pánico, agorafobia o ansiedad flotante.
Trastornos psicóticos: También desde hace años se ha visto como el consumo incluso de pequeñas cantidades de cannabis puede desencadenar trastornos psicóticos que en la práctica tienen síntomas idénticos a los que produce la esquizofrenia.
Estos síntomas pueden desaparecer con la desaparición del consumo o permanecer, requiriendo entonces un tratamiento psiquiátrico prolongado. -
Pérdida de memoria: Debido a la función de los receptores cannabinoides, es muy frecuente la pérdida de memoria, la capacidad de atención y de concentración.
Estos efectos suelen mejorar o desaparecer cuando se interrumpe el consumo permanentemente, aunque suelen tardar de semanas a meses en desaparecer completamente.
Problemas respiratorios: Por supuesto el consumo del cannabis fumado implica daño para el pulmón.