DISTIMIA: LA DEPRESIÓN CRONIFICADA
La distimia es un estado de ánimo crónicamente deprimido, menos grave que la depresión y que no cumple los criterios para una depresión mayor, o lo hace sólo en períodos muy cortos.
Es común encontrar personas que se sienten siempre tristes y durante períodos de varios años siguen tratamiento farmacológico con antidepresivos sin “levantar cabeza”.
Probablemente seguir un tratamiento psicológico para buscar la raíz del problema y solucionar las causas de esta situación pueda ser más conveniente que vivir un vida llena de dolor.
Su evolución suele ser de más de dos años. Se caracteriza por un abatimiento prolongado del estado de ánimo en que el sujeto distímico se describe a sí mismo como “triste” o “desanimado”, perdiendo el interés por las cosas y viéndose a menudo como inútil y poco interesante.
Posee síntomas persistentes o intermitentes, de intensidad más leve comparación a la depresión mayor.
Se puede definir como “mal humor” y se caracteriza porque “el individuo está habitualmente triste, introvertido, melancólico, excesivamente consciente, incapaz de alegría y preocupado por su insuficiencia personal.
La distimia suele comenzar pronto en la edad adulta y mantenerse durante años.
A veces es consecuencia de un episodio depresivo aislado y asociado a acontecimientos conflictivos. Aproximadamente el 6% de la población padece distimia. Las mujeres son dos o tres veces más propensas a padecerla.
CRITERIOS DIAGNÓSTICOS PARA LA DISTIMIA
Para poder diagnosticar la distimia se necesitan los siguientes requisitos:
1. A) Estado de ánimo deprimido comunicado por el sujeto, u observado por los demás, que se presenta la mayor parte del tiempo y que dura la mayor parte del día a lo largo de dos años como mínimo.
2. B) Durante los períodos depresivos, están presentes como mínimo, dos de los siguientes síntomas:
Poco apetito o voracidad.
Insomnio o hipersomnia.
Disminución de la autoestima.
Falta de concentración o dificultad para tomar decisiones.
Sentimientos de desesperanza.
C) Un período de dos años en el que se da alteración, síntomas del criterio (1) por dos meses seguidos.
3. No hay pruebas de un episodio depresivo mayor inequívoco durante los dos primeros años de alteración.
4. Nunca ha habido un episodio maníaco o un episodio hipomaníaco inequívoco.
5. El trastorno no está superpuesto a un trastorno psicótico como una esquizofrenia o un trastorno delirante.
6. No puede demostrarse la existencia de una causa orgánica que haya iniciado o mantenido la alteración.
7. depresión suele ser más subjetiva que objetiva. En ocasiones los pacientes presentan irritabilidad, impulsividad e inestabilidad.