DEPRESIÓN POST-PARTO: EL ACOMPAÑAMIENTO DE UN PSICÓLOGO ONLINE
La depresión post-parto (baby blue) afecta a un 10-20% de las mujeres que han dado a luz, mientras que la tristeza post-parto afecta al 85% de las mujeres.
Los cambios fisiológicos, hormonales, el miedo a no saber proporcionar los cuidados necesarios al recién nacido, la carga emocional y como no física, producen una bajada del estado de ánimo que en ocasiones aparece de forma brusca.
En estos casos la mujer experimenta culpa por sentirse triste a pesar de haber vivido el que debería ser el suceso más feliz de su vida. No puede comprender por qué sus lágrimas brotan sin una causa concreta, o tiene una mochila de preocupaciones que no se siente capaz de verbalizar.
El sobreesfuerzo que supone para la madre el post-parto y los cambios hormonales son el caldo de cultivo perfecto para la aparición de este trastorno.
Cuando una mujer está embarazada, miedos y ansiedades aparte, prevalece la ilusión por el nacimiento de su bebé. Las compras, decisiones sobre la lactancia, y pautas de crianza… es un momento de ilusión sin ese día a día que puede resultar agotador.
Una vez que se da a luz hay un descenso brusco de las hormonas de estrógenos y progesterona que explican en parte la debilidad y sentimientos de tristeza de la mujer.
Pero seguimos sumando cosas: la lactancia a veces resulta complicada (grietas, bebés insaciables, otros que no succionan convenientemente). Para unas es un acto placentero, para otras un sacrificio doloroso salpicado de la culpa por no tener leche, tener los pezones agrietados...
Los recién nacidos son pequeñas máquinas de alternar sus periodos de descanso con el llanto (forma de expresarse). Lloran por estar incómodos, por querer calorcito humano, por tener hambre, por estar mojados... En realidad en el útero tenían la posibilidad de jugar a patear, ahora todo es dormir y pedir. Y eso la madre lo ve como signos de alarma. Ninguna madre se queda tranquila cuando el bebe llora, saltan los mecanismos de alarma para los que está biológicamente predispuesta y las preguntas de si estará bien, qué necesitará, algo irá mal.
Claro, que esto con una alternancia de 3 horas entre las que tienes que lavar ropita, ducharte, ir veinte veces a ver si el bebé está bien… 24/7 es una demanda muy exigente y agotadora, más allá de la felicidad que se pueda estar experimentando.
Otras veces la mamá espera una recuperación de su silueta un poco más rápida de lo que sucede y empieza a acomplejarse, no querer mirarse al espejo, no querer tener relaciones con su pareja.
Podríamos continuar pero es algo bastante desalentador cuando la realidad es que una actitud tranquila y un apoyo psicológico son sumamente eficaces cuando aparece la tristeza y la angustia.
En el caso de depresión post-parto aconsejamos la terapia online, que permite a la mamá estar en un lugar cómodo, sin tener que depender de horarios de una forma tan estricta y pudiendo solventar cualquier problema del bebe en el mismo momento.