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CELOS PATOLÓGICOS: EL SÍNDROME DE OTELO

Celos: emoción que tiene su origen en un deseo desmedido de poseer algo de forma compulsiva y a los que subyace la idea de infidelidad (real o imaginaria) de la persona que se ama.

Los celos se encuentran condicionados por un sentido desmesurado de propiedad y la exclusividad y no arrancan sólo del deseo sexual.

Existen celos que pueden considerarse normales, que son frecuentes en la población y no constituyen un trastorno psicopatológico, y que pueden reflejar el interés y el amor que uno siente por su pareja.

Es difícil distinguir los celos normales de los patológicos (síndrome de Otelo), pero aquella persona que los sufre suele poseer una notoria inseguridad personal y sentimiento de posesión de otro (el amor no debe confundirse con posesión) y una ansiedad desmesurada a perder el objeto amado, lo que apunta a una inestabilidad emocional.

Los celos patológicos u obsesivos son reconocidos por lo que los padecen como irracionales y no delirantes.

A nivel emocional el trastorno se caracteriza por ansiedad y agresividad a nivel cognitivo o pensamientos intrusivos y a nivel conductual por demandas de seguridad o tranquilización (rituales compulsivos motores o verbales) encaminados a controlar al compañero.

DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DE LOS CELOS PATOLÓGICOS

1. Presencia de pensamientos y rituales obsesivo-compulsivos

2. Pensamientos y rituales de 1 año de duración

3. Exclusión de alcohol o psicosis orgánicas

Características de los celos patológicos

1. Falta de provocación lógica

2. Extraña naturaleza de las sospechas

3. Reacción racional y excesiva

4. Rituales de comprobación

5. Pérdida de control

6. Interferencia grave en la vida cotidiana

7. Alto grado de sufrimiento personal

Como rasgos destacan la preocupación y miedo desmesurado hacia la infidelidad frente a la pérdida de la pareja, lo que provoca una intensa alteración emocional que hace que el sujeto desarrolle conductas comprobatorias (que son auténticos rituales compulsivos) cuyo objeto es tranquilizarle o la seguridad mediante el control de la otra parte.

Existe también una constante amenaza percibida que se erige sobre la inseguridad, la ansiedad y la distorsión de la realidad permanente por parte del sujeto.

En definitiva, un rasgo esencial para determinar una patología de los celos radica en la ausencia de una causa real de los mismos, la intensidad desaforada de la reacción emocional y un gran sufrimiento personal con interferencia en la vida cotidiana.

El sentimiento de humillación y frustración lleva a experimentar un estado severo de irritabilidad que a veces deriva en pérdida de control o en conductas agresivas hacia uno mismo o los demás.

A nivel cognitivo la creencia de infidelidad puede tomar una forma delirante o presentarse como una obsesión o idea sobrevalorada. Asociado a los celos patológicos coexisten problemas como los síntomas depresivos, problemas de relación de pareja, déficit de asertividad y baja autoestima.

Tratamiento multimodal: exposición y terapia cognitiva. Control terapéutico: 1 mes, 3 meses, 6 meses, 1 año

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