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EL CHANTAJE EMOCIONAL

El chantaje emocional es una práctica habitual de maltrato psicológico que denota debilidad e inseguridad del que lo practica y servidumbre del que lo padece.

La imposición se lleva a cabo utilizando los sentimientos como arma. La negación a aceptar las exigencias del otro se califica como traición.

De una forma inconsciente o involuntaria se presiona a otras personas, víctimas del chantaje emocional, para que actúen, digan o piensen de una determinada manera, aunque vaya en contra de sus principios.

Esta presión no se ejerce sólo en el ámbito de la pareja, sino en cualquier tipo de relación personal.

PERFIL DEL CHANTAJISTA

Son personas que saben cuánto se valora la relación con ellos y conocen los puntos débiles y aspectos vulnerables de quienes les rodean este tipo de extorsionadores.

A pesar de poder dar la impresión de ser personas maquiavélicas, en el fondo esconden debilidad e inseguridad ante el criterio y la libertad de elección de sus seres queridos.

Su espíritu posesivo les hace mostrarse como víctimas. Para conseguir que se acaten sus deseos han aprendido a provocar sentimientos de culpa.

Entre los distintos perfiles de chantajista encontramos:

  • El castigador: dice exactamente lo que quiere y las consecuencias que conlleva que no se ceda a sus deseos.

  • El autocastigador: se dañará a si mismo si no consigue lo que quiere. Avisa previamente.

  • La víctima: "obliga" a adivinar sus deseos para luego dejar claro que es nuestra responsabilidad el asegurar que lo obtenga.

  • El provocador: ofrece promesas siempre que se acate su voluntad.

EGOÍSMO Y COMPLACENCIA

Los chantajistas emocionales se aprovechan de la mala sensación que produce estar a malas con ellos. Les da lo mismo que se acceda a sus deseos exclusivamente para aplacar ese malestar.

Esta manipulación suele producirse en el contexto de una relación con muchos elementos positivos. Se sabe cómo es el otro en su mejor momento y se permite que el recuerdo de experiencias agradables minimice la sensación de que algo no funciona.

Es como si se estuviera obligado a pagar para obtener el amor y el respeto de las personas que se aprecian.

SÍNTOMAS DEL CHANTAJE

La gente que utiliza los sentimientos y emociones como método de conseguir lo que pretenden, se sirve de técnicas como amenazar con complicar la convivencia o poner fin a la relación si no se hace lo que ellos quieren.

Otra forma es dar a entender que se deprimirán si no consiguen lo que pretenden. Habitualmente ignoran los sentimientos y aspiraciones de su pareja.

Lo más importante es que ellos se sientan bien. Para que a relación funcione, ellos tienen que sentirse bien. Califican al otro de egoísta, interesado o insensible si no cede, y se deshacen en alabanzas cando se accede a sus deseos.

Las armas utilizadas por el chantajista son el temor, la obligación y la culpa.

CÓMO DETECTARLO

Este chantaje tiene consecuencias negativas para el que lo recibe, afectando su autoestima y provocando sentimientos de culpa. Los que utilizan el castigo, intentan dominar a los demás mediante amenazas.

Asustan, inhiben y provocan miedo a la otra persona, aunque habitualmente no cumplen sus amenazas. Generalmente se valen de la vulnerabilidad de sus relaciones para que todo salga como ellos quieren.

Los autocastigadores dirigen sus amenazas contra ellos mismos, logrando generan un sentimiento de culpabilidad en la otra persona.

Los sufridores son personas silenciosas y generalmente depresivas. Se valen de suspiros y silencios eternos esperando que el otro descubra lo que le pasa. No amenazan directamente, pero hieren y confunden.

HACER FRENTE AL CHANTAJE EMOCIONAL

A lo largo de la vida muchas personas pueden recurrir a este tipo de chantaje para mantener a un ser cercano continuamente pendiente de sus deseos y sentimientos.

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