2º BACHILLERATO. CUANDO LA PRESIÓN DESBORDA AL ADOLESCENTE
2º Bachillerato es un año tremendamente complicado para los estudiantes.
A pesar de que llevan años teóricamente concienciados de la importancia de obtener una buena media para poder acceder a los estudios superiores que quieran cursar.
A pesar de haber sido hasta ese momento alumnos excelentes, 2ª Bachillerato supone un esfuerzo académico y también de lucha contra la ansiedad, el cansancio, los nervios, el miedo al fracaso...
En este contexto aparece en consulta un perfil muy típico de paciente:
- Adolescente con buen expediente académico
- Motivación intrínseca hacia el estudio
- Alto grado de responsabilidad
- Metas profesionales definidas
- Baja autoestima
- Carencia de habilidades sociales
- Sobreprotección parental
Ante esta situación, el chico, que siempre ha sido responsable, con unos padres "muy encima" de sus estudios, acostumbrado a obtener buenas calificaciones y que hasta el momento, gracias a la constancia y el esfuerzo ha ido pasando los cursos sin ningún tipo de problema, se encuentra con EL MIEDO.
Aparecen pensamientos catastrofistas, no respecto a la posibilidad de suspender (al principio), simplemente de no obtener la nota media suficiente que le posibilitará el acceso a los estudios deseados.
Es el momento en que empieza un bucle de inseguridades: su rendimiento empeora porque sus pensamientos negativos interfieren en el estudio.
Son incapaces de concentrarse, aparecen problemas de sueño y en muchos casos dificultades de relación con otros compañeros (los nervios pasan factura en todos).
En algunos casos esta situación que el chico se está "tragando en silencio" (por no preocupar a sus familiares), se desborda en forma de crisis de llanto, problemas somáticos (dolores de cabeza de tipo tensional, problemas de estómago, etc).
En los casos mas extremos aparece el temido "ataque de ansiedad", que alarma tremendamente a la familia (un primer ataque de ansiedad puede acabar en el hospital por miedo a estar sufriendo un ataque al corazón).
La solución a estos problemas viene de la mano de las técnicas de relajación y técnicas de afrontamiento de problemas.
Requieren ayuda para ser conscientes que la preocupación extrema empeora sus resultados, y la falta de concentración viene motivada por la rumiación de pensamientos negativos y la anticipación de un desastre.
Por todo ello, si el chico empieza a presentar síntomas de una ansiedad patológica: tome medidas. Necesitan ayuda, pero no sobreprotección, necesitan ánimos y ante todo, tomar el control de la situación.
No conseguir nota para la carrera deseada se puede vivir como un drama, pero a veces tenemos que ser conscientes de la realidad: si nuestra nota media es de 8 tal vez no haya esfuerzo posible para conseguir entrar en las carreras con más exigencia en el expediente.
Tal vez buscar ayuda en el orientador del centro pueda ser útil para asumir objetivos alcanzables y superar esta etapa con más tranquilidad.
Relajación, estrategias de afrontamiento, técnicas de solución de problemas, mejora de la comunicación, información sobre los efectos de la ansiedad y cómo manejarlo.
Y procurad al chico del descanso necesario son vitales para superar esta etapa que supone para muchos su primer reto real en la vida.