La lumbalgia es uno de los síndromes de dolor crónico con mayor incidencia. Dado que es altamente incapacitante, con frecuencia se asocia a trastornos depresivos.
El dolor en la zona lumbar puede ser debido a numerosas causas:
- de origen neurológico en tronco y espalda
- músculo esquetal - visceral - psicológico
De los distintos síndromes que pueden ser incluidos en la categoría de lumbalgia, el que puede tener mayor incidencia en un tratamiento psicológico, es el dolor crónico por tensión o tirantez en la espalda.
Se trata de un dolor lumbar persistente, de naturaleza músculo-esquetal, del que se ha descartado cualquier patología asociada, como la protusión discal.
El dolor es de intensidad media a severa, y se percibe de forma constante, estando relacionado o incrementándose con el mantenimiento prolongado de posturas.
Se localiza en la parte inferior de la espalda, nalgas y parte posterior del muslo, irradiando en algunas ocasiones a la región torácica.
FACTORES PSICOFISIOLÓGICOS RELEVANTES
Desde la perspectiva psicofisiológica, se ha estimado que el exceso de tensión muscular en los músculos paravertebrales era el responsable del mantenimiento del dolor.
Diversas situaciones estresantes, como la actividad física, podrían provocar un aumento de la tensión de los músculos paravertebrales, lo que originaría el dolor.
TRATAMIENTO
El tratamiento psicológico se ha centrado sobre la actividad fisiológica disfuncional mediante relajación, y en algunos casos biofeedback electromiográfico (EMG).
También se utilizan técnicas cognitivas para el control del dolor, encaminadas en reducir sus efectos y propiciar la realización de las actividades ordinarias.
Todos los programas de tratamiento incluyen un aumento progresivo de la actividad del paciente en todas las esferas de su vida. El control de las contingencias de reforzamiento es central.
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO DEL DOLOR LUMBAR
En general, el tratamiento psicológico incluirá:
Incremento progresivo de la actividad física, movilidad del paciente, utilizando procedimientos cognitivos como control del pensamiento, manejo de auto-instrucciones, etc.
Moldeado de las actividades para controlar el dolor, listas de ejercicios con termómetro del dolor.
Técnicas cognitivo-conductuales, con el control operante de las fuentes de refuerzo psicosocial
El entrenamiento en relajación debe abordarse como una estrategia de afrontamiento
La fisioterapia es de gran utilidad, y su interacción con el tratamiento psicológico mejora ambos