Los niños cuando acuden a terapia, suelen tener problemas para verbalizar sus emociones o ser conscientes de sus propias conductas.
El juego simbólico y la representación de situaciones es una potente herramienta terapéutica, ya que por una parte el niño puede simbolizar lo que le está ocurriendo, y de lo que no es consciente a nivel verbal y por otra, puede comprender las pautas que les queremos enseñar para solucionar sus problemas.
A este respecto, los Playmobil surgen como un elemento muy apreciado por los terapeutas (de hecho la misma empresa creó una línea de muñecos para ser utilizados en terapia).
Los niños suelen sorprenderse al ir "al psicólogo" y ponerse a jugar, eso les produce confort y no tienen sensación de estar siendo interrogados o mostrarse impotentes por no poder dar respuesta a lo que les están preguntando.
Los playmobil sirven tanto para que autoexploren problemas de índole afectivo (sentimientos de tristeza, celos por la llegada de un hermano, problemas de timidez, miedos), como de falta de habilidades sociales (problemas con sus amigos, sentimientos de baja autoestima, dificultades de socialización, sobreprotección por parte de los adultos).
El objetivo de esta terapia es tanto a nivel diagnóstico como de tratamiento, porque se establece un vínculo entre el niño y el terapeuta a través del juego: no es el terapeuta el que le habla o le da las pautas para solucionar sus conflictos, es a través de las situaciones de juego donde el niño aprende formas de solucionar sus problemas.
Resulta para muchos adultos sorprendente el hecho de que se pueda trabajar en los problemas de un niño a través de estos simples muñecos, pero la realidad es que Playmobil también puede ser utilizada en problemas de adultos y en coaching profesional.