Algunos puntos fundamentales sobre el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC):
Las obsesiones son pensamientos asociados a niveles altos de ansiedad, que son neutralizadas mediante las compulsiones, lo que impide una exposición prolongada a los niveles de ansiedad
Las compulsiones son conductas voluntarias, motoras o cognitivas, que terminan la exposición o los pensamientos y que suponen un alivio de la ansiedad a corto plazo, por lo que se mantienen
Los pacientes aprenden conductas de evitación ante los estímulos que pueden provocar las obsesiones, lo que reduce la frecuencia de exposición a los pensamientos obsesivos.
No se conoce el origen del trastorno, aunque existe una continuidad entre la normalidad y el trastorno obsesivo, como ocurre en los otros trastornos de ansiedad.
Las personas que no padecen TOC, cuando están sometidos a estados de ansiedad también tienen pensamientos inaceptables intrusivos, igual que los pacientes TOC. Unos y otros intentan resistir a estos pensamientos.
Las obsesiones clínicas se diferencian de las preocupaciones normales en que las últimas se disparan por acontecimientos recientes y relacionados con aspectos normales de la vida cotidiana, mientras que las obsesiones versan sobre ideas de contaminación, sexo, religión, orden, etc.
Además las obsesiones son más frecuentes, intensas y provocan mayor malestar, siendo mayores los esfuerzos para resistirlas.
Los pensamientos intrusivos ocurren con mayor frecuencia en situaciones de estrés, niveles altos de ansiedad y humor depresivo.
Hay que hacer referencia a la mayor accesibilidad al recuerdo de cogniciones negativas cuando el sujeto se encuentra en estados disfóricos
Hay alguna evidencia de cierta vulnerabilidad biológica y psicológica para el desarrollo de este trastorno ya que estas personas tienden a reaccionar con fuerte activación fisiológica ante el estrés.