“VOY A IR A TERAPIA PARA QUE MI PAREJA ME DEJE EN PAZ”

Cuando un miembro de la pareja acude a Terapia de Pareja por presiones, no existe una intención clara de cambiar las relaciones deterioradas, tan solo es una forma de “hacer como si intentara algo”.

Habitualmente este tipo de defensas ante una terapia son detectadas en las primeras sesiones por el terapeuta, y es el momento de declinar continuar con el trabajo terapéutico, porque la motivación obedece a un intento de manipulación y no a la sana intención de mejorar la relación.

Como es natural, cuando una de los miembros de la pareja no acude por los motivos adecuados, el fracaso está asegurado, y supone un deterioro aún mayor en la relación.