El Acoso Escolar tiene como consecuencia daños psicológicos graves, en muchos casos cronificados hasta la edad adulta, por lo que es necesario que reciba atención psicológica para superar este momento.
Es necesario que un niño que ha sufrido acoso escolar pueda verbalizar la situación vivida, para ayudarle a reevaluar lo sucedido y comprender su ausencia de culpa sobre la situación de acoso a la que ha sido sometido.
El apoyo familiar y la ayuda terapéutica son claves para la readaptación del niño sin secuelas psicológicas.
Los efectos psicológicos más habituales en víctimas de acoso escolar son:
Trastorno de Estrés Postraumático
Distimia (un tipo de depresión mantenida en el tiempo)
Presencia de Flashbaks.
Ideas de suicidio
Disminución de la autoestima.
Sintomatología de ansiedad.
Somatizaciones
Autoimagen negativa.
Retraimiento social
Anhedonia (pérdida de interés)
Agresividad o autolesiones
Trastornos de alimentación