IDENTIFICACIÓN Y AFRONTAMIENTO SITUACIONES DE RIESGO EN CONDUCTA AGRESIVA
Para poder controlar las emociones, el primer paso es identificar las señales de riesgo que pueden llevar al descontrol (conducta agresiva) y, por supuesto, saber actuar.
Cuando experimentamos un incremento de la ira, lo ideal es abandonar la situación que nos está generando este sentimiento, y no regresar hasta que estemos calmados.
Sería como la “Técnica del Semáforo”, en verde todo va bien, en naranja tenemos que estar atentos a si la ira sigue incrementando para afrontar la situación en ese momento y no dejar que el semáforo llegue al rojo: la conducta agresiva.
FACTORES EXTERNOS
Discutir con los compañeros de trabajo
Recibir la bronca de un superior
No tener trabajo
Tener situaciones incómodas en la calle (atasco, perder el autobús, etc)
Beber alcohol
Consumir drogas
FACTORES INTERNOS
Acumular tensión
No dialogar adecuadamente
Discutir por cosas sin importancia
Experimentar emociones negativas: sentirse triste, frustrado, irritado, nervioso, etc
Tener preocupaciones intensas y duraderas
CUESTIONES RELACIONADAS CON LA ESCALADA DE LA IRA
Pensamientos "calientes": lo hace por fastidiarme, me tiene harto, etc
Sensaciones físicas de tensión: brazos tensos, puños cerrados, mandíbulas apretadas, ceño fruncido
Comportamientos agresivos: dar portazos, golpear objetos, chillar, insultar