Te seguiré por siempre, callada y fugitiva, por entre oscuras calles molidas de nostalgia, o sobre las estrellas sonreídas de ritmos donde mecen su historia tus más hondas miradas
Julia de Burgos
El dependiente emocional basa su relación con otra persona en la necesidad excesiva de aprobación:
Vive preocupado por caer bien, incluso a personas que ve por primera vez o desconocidos.
Se empeña en tener una buena apariencia
Expresa de distinta manera sus demandas de atención y afecto: haciendo regalos o favores que no le piden, preocupándose, estando excesivamente pendiente de los demás
Está lleno de expectativas irreales por su anhelo exagerado de tener pareja:
Se llena de ilusión y fantasía al comienzo de una relación, creyendo que ha encontrado a la persona que siempre buscó o al encontrarse con una persona interesante
Uno de los pocos momentos felices de su vida es al iniciar una relación o encontrarse con la posibilidad de que esto ocurra.
Anhela relaciones exclusivas y parasitarias:
Siente necesidad continua de disponer de pareja, amigos, hijos, etc
Vive pendiente de ellas, controlándolas, vigilándolas y queriendo conocer todos los detalles de su vida privada
Invade la vida privada de la otra persona
Agobia a su pareja con excesivas demandas de atención
Ocupamos una posición subordinada en la relación:
Por la pobre autoestima
Elige parejas narcisistas o explotadoras
La relación conduce a una continua y progresiva degradación:
Soporta desprecios, maltrato físico o emocional y humillaciones
No recibe verdadero afecto
Sus propios gustos e intereses quedan en un segundo plano
Son relaciones que no llenan el propio vacío emocional, sólo lo atenúan y lo agravan, porque el problema no está resuelto y para hacerlo se debe entrar en contacto y conocimiento de los propios sentimientos más ocultos:
No recibe afecto, deteriorándose aún más su autoestima
No se conoce lo que demanda porque nunca se ha tenido
Las rupturas son auténticos traumas:
El deseo de tener una relación es tan grande que se busca una relación después de otra
Se tiene un prolongado historial de rupturas y nuevos intentos
Cae en estados depresivos
Posee una autoestima muy pobre y un auto-concepto negativo:
No se ama a sí mismo porque nunca ha sido adecuadamente amado, ni valorado por las personas significativas, sin dejar por esto de estar vinculadas a ellos
El desamparo emocional y su vació se manifiestan más cuando no está enredado en una nueva relación
Los trastornos emocionales se hacen mayores:
Depresión (muy grave cuando la relación se rompe)
Ansiedad (más agudizada cuando la relación está en crisis)
Abuso de sustancias (especialmente cuando la relación peligra)