En la comunicación, tan importante es lo que se dice como lo que no se dice.
El entrevistador está "especializado" en leer entre líneas y permanentemente analiza la concordancia entre lo que decimos y nuestro lenguaje, además de ir recibiendo un input directo sobre determinados rasgos de nuestra personalidad y forma de manejarnos.
No estaría de más un pequeño entrenamiento, e incluso una filmación en casa para ir puliendo aquellos aspectos que pueden jugar en contra dentro de una entrevista. .
La forma de presentarnos: decir nuestro nombre de forma clara, acompañándolo de un apretón de manos firme, es la mejor carta de presentación.
La mirada: Bien dicen que los ojos son la ventana del alma. ¿No te ha pasado que cuando alguien está hablando contigo y te mira fijamente, irradian tanta seguridad que a veces intimidan?
Lo mismo pasa con el entrevistador. Si evades su mirada al tratar de responder, constantemente estás poniendo atención a otros detalles por los simples nervios inevitables, denotarás esa inquietud y tensión que estás experimentando.
La recomendación es tratar de controlar tus ojos, dejando entrever que eres una persona respetuosa, firme, segura, pero sobre todo, sincera.
Gesticulación de las manos: Uno de los aspectos más difícil de controlar. Es completamente normal que al encontrarnos hablando, apoyemos nuestras explicaciones con las manos, pero OJO, nunca debe ser excesivo.
El movimiento brusco y desmedido puede que llegue a distraer al reclutador, incluso llegando a causar cierto nerviosismo en él. Lo mejor es mantenerlas equilibradas a nuestra conversación, de manera que sirvan como apoyo y de énfasis a nuestras palabras.
Evita estar tocando constantemente a la otra persona, recuerda que hay personas que les molesta, por lo que tus movimientos deben ser sutiles y medidos. ¡Ah! Y nunca tener las manos dentro de los bolsillos o cruzados de brazos, denota indiferencia, prepotencia y poca educación.
Postura Corporal: La forma en que te sientas habla mucho de tus sentimientos en ese momento, por ejemplo, si te apoyas demasiado atrás puede que el reclutador lo perciba como una falta de interés; ahora que si lo haces muy adelante, demuestras nerviosismo e intranquilidad.
Debes adquirir una postura donde te sientas cómodo, repartiendo equitativamente el peso de tu cuerpo para evitar el cansancio durante la entrevista. No olvides que si te mueves constantemente, estarás expresando a gritos aburrimiento o desinterés, es como decir: "tengo prisa por irme."
Regala una sonrisa: ¿Tendrán razón cuando aseguran que una sonrisa dice más que mil palabras? ¡Efectivamente!
Además de que expresarás que eres una persona agradable y amigable, puede ser un excelente canal de comunicación. En este punto también debemos evitar la exageración, ya que si lo haces frecuentemente puede convertirse en una especie de mueca, dando la impresión de que es vacía o fingida.