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"NO PUDE" - "NO PUEDO": EL ÉXITO O FRACASO EN UNA TERAPIA

septiembre 28, 2024 Consulta Psicológica Villaverde
en terapia psicologica el psicologo ayuda al paciente en sus avances

Muchos de los problemas por los que las personas deciden acudir a terapia se derivan de su incapacidad para superar un problema (esto es humano y no representa ningún síntoma de debilidad).

En alguno de los problemas por los que los pacientes deciden seguir una terapia psicológica derivan de su incapacidad para dejar de pensar en problemas que les obsesionan (como podría ser ante una ruptura de pareja), la imposibilidad de intentar relacionarse con las personas (fóbicos sociales).

En otros casos la imposibilidad de realizar pequeñas tareas o dar un paseo (en los casos de depresión) o dejar de pensar en los síntomas físicos que acompañan a la ansiedad.

Podríamos seguir enumerando muchos problemas en los que se les dan pautas al paciente para modificar sus pensamientos o sus conductas para iniciar su mejoría, pero se sienten bloqueados o incapaces de seguir las instrucciones.

Hay pacientes a los que se les recomienda una pauta en concreto para la semana y cuando vuelven dicen: “no pude”. Esos pacientes van a salir adelante. El “no pude” es un “lo intenté”, y el que lo intenta lo consigue.

Aquí está nuestro trabajo de fragmentar la tarea en tramos más pequeños (tan pequeños como sea necesario), para que ese paciente que quiere y no puede, vaya logrando esos pequeños avances, se sienta orgulloso de ellos.

Y los tramos cada vez puedan ser más grandes, porque comenzar a cambiar el “no pude” por el “me ha costado pero lo he conseguido o casi lo he conseguido”, es síntoma de que el tratamiento va a funcionar, que la persona se ha involucrado activamente en su mejoría.

Es el paciente el que supera el problema. El terapeuta le guía, los fármacos son a veces necesarios para establecer una línea base para comenzar el trabajo, pero exclusivamente la persona es la artífice de su mejoría.

El paciente “no puedo” es el que no lo ha intentado, lo ha pensado “tengo que…pero me siento incapaz”, no hace el intento, tira la toalla y continúa una semana en el mismo plano mental y conductual. Se desesperan, piensan que no tienen solución y en algunos casos tiran la toalla.

Este grupo de pacientes es el de los 15 años con antidepresivos, el de “he ido a 7 psicólogos y no me ha servido para nada”, “lo mío no tiene remedio”.

En estos casos, y como lógicamente hay que intentar establecer una alianza terapéutica con el paciente, alentarle, motivarle, cambiar los caminos para conseguir que se movilice, puede llevar unas sesiones.

En mi caso concreto el límite lo establezco en 4. Buscando caminos y vericuetos, formas diferentes, motivación, dándole razones, indicando los beneficios de un pequeño esfuerzo, todo lo que sea necesario. Con un máximo de 4 sesiones.

El paciente que en 4 sesiones no ha avanzado en absoluto, no es un paciente para terapia. Quiere unos polvos mágicos como los de Campanilla, y eso en terapia no existe.

Piensa que el psicólogo es malo (y para algunos lo seremos, faltaría más), pero está responsabilizando de su falta de colaboración en su mejoría a factores que son externos: todo pasa por el esfuerzo personal.

La actitud, la confianza, el compromiso personal y el esfuerzo son básicos para salir de la situación que nos está arruinando la vida.

Realmente la primera sesión debería dedicarse a escuchar al paciente y darle unas pequeñas pinceladas de cambios que debe realizar: suaves, sin ser excesivas o supongan un sobreesfuerzo.

La terapia debe ir in crescendo, según la propia persona va siendo consciente del origen de su problema, y va viendo que sus pequeños cambios van obteniendo resultados.

El otro día un paciente de alta me dijo: “he salido de esto no por la medicación, no por ti, ha sido por mi esfuerzo” y pensé: “A este le ponía yo en el cuadro de honor de la consulta”. Esta persona había comprendido perfectamente el concepto.

El paciente es el artífice de su cambio con el dolor que a veces supone el proceso, con los esfuerzos, con la lucha contra el propio bloqueo.

Si vas a comenzar una terapia, recuerda que tú serás el que vas a salir triunfador con tu esfuerzo. Tendrás a tu lado al psicólogo, orientándote, corrigiendo, ayudando, comprendiendo tus dificultades y ante todo, alegrándose de tu mejoría.

Pero por favor: no me digas “no puedo”, dime “no pude” y te prometo buscar otra forma de avanzar.

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En TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS Etiquetas terapia psicologica, terapia depresion, bloqueos en terapia, dificultades en terapia
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EL INSULTO DE LA IGNORANCIA: "VETE A UN PSICÓLOGO"

febrero 26, 2024 CONSULTA PSICOLOGICA VILLAVERDE

No hay semana que no oiga a alguien soltar este insulto de ignorantes absolutos. Lo peor: a veces lo llego a escuchar en la Televisión (luego se nos llena la boca con la promoción de la Salud Mental y toleramos esto).

Alguien que insulta a otro diciendo “vete al psicólogo” está intentando decir que dice tonterías o que está como una regadera.

Pues bien, a todos esos que con su prepotencia consideran que pueden mandar a otros “al psicólogo” les aconsejaría una “repensada”.

Ir al psicólogo no significa estar “mal de la cabeza”, simplemente supone dar un paso al frente para reestablecer ese equilibrio mental que en ocasiones se tambalea.

Porque la vida a veces se torna complicada y de la misma manera que no mordemos una bala y nos pegamos un lingotazo de whisky para recolocarnos un hombro dislocado, tampoco es necesario cargar con un sufrimiento psicológico que necesita unas pautas para reconducirlo y volver a una situación de bienestar emocional.

Ir al psicólogo no es “estar mal de la cabeza”, es estar lo suficientemente bien de la cabeza como para ponerse manos a la obra en reconducir situaciones que nos vienen grandes.

Vamos al dentista, al fisioterapeuta, al gimnasio, comemos tofu y brotes de soja, y…. señores del Siglo XXI, ¡Vamos al Psicólogo!, porque no hay que tener sobrepeso para ir al gimnasio ni hacerse limpiezas de boca porque tenemos ocho caries.

Cuidar la Salud Mental es signo de AUTOCUIDADO, de PREVENCIÓN, de INTENTO DE MEJORA, de AFRONTAMIENTO.

No eres débil por ir al Psicólogo, eres una persona que considera su salud mental tan importante como la física.

Pongamos en valor nuestro equilibrio mental, no te sientas débil por necesitar ayuda profesional para no tener que cruzar El Canal de Panamá a nado. Pedir ayudar para aprender a manejar nuestras emociones y nuestras dificultades es sano e inteligente.

Y ya sabes: “si necesitas una mano, yo tengo dos”

Feliz Día

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En TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS Etiquetas terapia psicologica, ir al psicologo, cuando ir al psicologo
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¿NUNCA HAS IDO AL PSICÓLOGO? COSAS QUE IGUAL QUIERES SABER

julio 18, 2022 CONSULTA PSICOLOGICA VILLAVERDE
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Para algunas personas la Psicología, el trabajo del psicólogo es un mundo un poco desconocido, y se pueden tener ciertas ideas preconcebidas, algunas positivas y otras negativas sobre nuestro trabajo.

Es normal tener un cierto nerviosismo "la primera vez", en cualquier caso es evidente que quien va al psicólogo es porque tiene algún problema, y contárselo a un perfecto desconocido puede producir cierto apuro. Nos hacemos cargo, es completamente normal. Sin embargo, y como premisa fundamental hay que tener en cuenta que el psicólogo se interesa por tu problema y te puede hacer preguntas tal vez muy personales, pero cada una de ellas está en relación con tu problema. Todo lo que te pregunta es para recopilar información que le sirva para formular una hipótesis y orientar el tratamiento.

Puedes estar tranquilo, los psicólogos NO JUZGAN a las personas, y tampoco SE ESCANDALIZAN por situaciones o problemas que puedas considerar incómodas. Trabajamos duro, incluso antes de terminar la carrera, para familiarizarnos con los diferentes tipos de pacientes y los problemas, hasta los más "delicados" para nosotros no lo son tanto, en el sentido de que lo que buscamos es un tratamiento efectivo: comprendemos las reacciones emocionales e intentamos darle una respuesta adecuada.

Una cuestión fundamental es diferenciar entre la ESCUCHA EMPÁTICA y el CONTAGIO EMOCIONAL. Un psicólogo comprende tu dolor, pero no sufre tu dolor. Es la diferencia entre poder ponerse en el lugar del otro y empatizar con sus sentimientos y sufrir los problemas del otro. En caso de que un psicólogo haga suyos los problemas de un paciente, tiene que derivarle inmediatamente, ya que la objetividad es fundamental en nuestro trabajo, y esto se pierde si existe contagio emocional.

En consonancia con esto, algunos pacientes (muchos) suelen preguntarnos: ¿cómo podéis estar escuchando problemas todos los días y no veniros abajo? Porque nuestro trabajo es más análisis de problemas y situaciones, entendiendo la emoción como parte del proceso, pero obviamente no experimentamos TOC, depresión, ansiedad, problemas de autoestima o una disfunción sexual por día.

Obviamente el trabajo del psicólogo con cada paciente tiene la parte visible: la hora de consulta y la parte que el paciente no ve: el estudio del caso, la reflexión, la búsqueda del tratamiento más efectivo en cada caso. Eso ciertamente a veces nos puede llegar a preocupar más allá de las horas de trabajo "visibles" e "invisibles", como cualquier profesional que se encuentra con un problema con una solución más complicada.

Otra cosa que suelen decir los pacientes es "ya sé que mi problema es una tontería con los problemas tan grandes que tienen las personas”. En realidad la magnitud del problema para nosotros no depende de la gravedad en si, sino del sufrimiento que le está causando a la persona. No valoramos los problemas como "gravísimos o tonterías". Valoramos la ecuación: persona con un problema que le produce un sufrimiento y hay que ayudarle a solucionar. 

Los psicólogos solemos ser personas cercanas, tal vez porque es una profesión muy vocacional, y en la que todos entramos "para salvar almas" y terminamos la carrera sabiendo que tan sólo somos un vehículo para que el paciente consiga su propia mejoría: vamos aterrizando en el mundo y quitándonos todos los clichés hasta convertirnos en unos fontaneros de las emociones. Ese punto, cuando alcanzas esa humildad de saber que tienes un trabajo delicado, pero que todo está en manos del paciente, es cuando alcanzas la humanidad para empezar a consolidar los conocimientos científicos con el conocimiento de la persona en su mundo emocional.

Y estudiamos, mucho. Somos muy ratoncitos de biblioteca. La Psicología es una Ciencia en permanente cambio y hay que estar al día de los tratamientos más efectivos, por otra parte, es tan amplio el mundo de los problemas psicológicos que a veces necesitamos buscar información sobre temas que son especialmente complicados o poco habituales.

Y nos gusta la gente, claro, pero también sabemos que hay momentos que nos tenemos que poner un poco más serios. Tu psicólogo no es "tu colega", ni tu consejero 24 horas al día, y a veces tenemos que dejar claro la diferencia entre psicólogo y paciente, que están al mismo nivel, pero en diferente plano: uno va a solucionar un problema y otro está para solucionarlo, buscando una relación cómoda y cordial y de plena confianza, pero evitando algunas situaciones (como el paciente demandante que te llama 4 veces en una semana, que te cambia las citas 37 veces o que después de no haber hecho absolutamente nada de lo recomendado para realizar durante la semana te exige  "herramientas". 

Así que si vas a ir por primera vez al psicólogo, piensa que estás con alguien que se va a preocupar sinceramente por tus problemas con el objetivo de solucionarlos, que comprende tu llanto, pero no le incomoda,, sólo siente que sufras, no juzga lo que tu mismo te juzgas y lo más probable es que si le digas "igual esto le escandaliza" te mire enarcando a ceja. Somos bastante difíciles de escandalizar (para eso están las prácticas supervisadas de los primeros años de profesión).

Acude sin miedo. No estigmatices esta profesión: nosotros mismos debemos hacer terapia cada cierto tiempo para tomar oxígeno, para que nos cuiden como nosotros cuidamos, y es bueno que así sea.

Por cierto: fuera de la consulta ni leemos mentes ni "psicoanalizamos" a las personas: sufrimos, metemos la pata y tenemos problemas al más puro estilo "en casa de herrero cuchillo de palo", y eso nos hace más humanos y nos enriquece vitalmente. Yo personalmente considero que como personas que somos, es normal que pasemos por baches y situaciones que nos hacen comprender mucho más la parte emocional de los problemas de los pacientes.

Y...que tengáis buen lunes. Elegid bien la banda sonora de esta semana, que la música ejerce una gran influencia sobre el estado de ánimo.

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