Los sujetos con trastorno esquizoide de la personalidad pueden tener dificultades especiales para expresar la ira, incluso en respuesta a la provocación directa, lo que contribuye a la impresión de que no tienen emociones.
A veces, sus vidas parecen no ir a ninguna parte y dejan sus objetivos a merced del azar. Estos individuos suelen reaccionar pasivamente ante las circunstancias adversas y tienen dificultades en responder adecuadamente a los acontecimientos vitales importantes.
Debido a su falta de habilidades sociales y a la falta de deseo de experiencias sexuales, los sujetos con este trastorno tienen pocas amistades, es poco frecuente que salgan con alguien y no suelen casarse.
La actividad laboral puede estar deteriorada, sobre todo si se requiere una implicación interpersonal, aunque los sujetos con este trastorno pueden desenvolverse bien cuando trabajan en condiciones de aislamiento social.
Los individuos con este trastorno pueden experimentar episodios psicóticos muy breves (que duran minutos u horas), especialmente, en respuesta al estrés. En algunos casos el trastorno esquizoide de la personalidad puede aparecer como el antecedente premórbido del trastorno delirante o la esquizofrenia.
Algunas veces, los sujetos con este trastorno presentan un trastorno depresivo mayor. El trastorno esquizoide de la personalidad se observa con más frecuencia simultáneamente con los trastornos de la personalidad, esquizotípico, paranoide y por evitación.
SÍNTOMAS DEPENDIENTES DE CULTURA, EDAD Y SEXO
Sujetos de varios tipos de entornos culturales pueden mostrar comportamientos defensivos y estilos interpersonales que pueden ser calificados erróneamente como esquizoides.
Por ejemplo, las personas que han cambiado de un entorno rural a uno urbano pueden reaccionar con un «enfriamiento emocional» que puede durar varios meses y manifestarse por actividades solitarias, afectividad restringida y otros déficit en la comunicación.
Los inmigrantes de otros países son vistos a veces erróneamente como fríos, hostiles o indiferentes.
El trastorno esquizoide de la personalidad puede hacerse patente por primera vez en la infancia o la adolescencia a través de actitudes y comportamientos solitarios, pobres relaciones con los compañeros y bajo rendimiento escolar, lo que señala como diferentes a estos niños o adolescentes y les hace sujetos de burlas.
El trastorno esquizoide de la personalidad se diagnostica con mayor prevalencia en varones un poco más frecuentemente y puede causar más incapacidad en los varones. Es más común en los familiares de sujetos con esquizofrenia o trastorno esquizotípico de la personalidad.
TRATAMIENTO TERAPÉUTICO
Establecer una buena relación terapéutica que sirva al paciente para desarrollar un acercamiento social.
Cuestionar, tal vez mediante diálogo socrático, la funcionalidad de su aislamiento y las ventajas y desventajas de esa actitud
Potenciar, de forma muy lenta y progresiva el establecimiento de relaciones sociales.
Ayudarle a reconocer las emociones ajenas y poder expresar las propias Ayudarle a expresar los sentimientos de enojo.