Entre los factores más importantes ligados a los trastornos de la conducta asociados a la desobediencia, resultan de gran importancia los factores de aprendizaje instrumental y la primacía de los procesos familiares de socialización.
La hipótesis de la coerción, señala que existen conductas coercitivas como llorar, que son instintivas en el recién nacido y que modelan a la madre en las habilidades necesarias para la supervivencia del niño.
Según el niño va creciendo, las conductas coercitivas se sustituyen por habilidades sociales y verbales para conseguir cubrir sus necesidades y deseos.
Sin embargo, hay determinadas condiciones, como fallos en las habilidades socializadoras de los padres, que pueden tener como consecuencia que el niño siga utilizando estrategias coercitivas rudimentarias para conseguir lo que quiere.
De esta forma, los padres ignoran las peticiones verbales pero responden a las conductas coercitivas (llorar, gritar), provocando que éstas se mantengan, a pesar de que el niño ya debiera disponer de otras conductas más adaptadas a su edad.
MANTENIMIENTO DE CONDUCTA COERCITIVA POR REFORZAMIENTO NEGATIVO
Ejemplo: el niño ha conseguido su objetivo por la retirada de la orden paterna, quedando la conducta coercitiva reforzada negativamente, y produciendo que en futuras ocasiones esta forma de actuar no sólo se mantenga, sino que se incremente.
Ejemplo: En este caso es la conducta coercitiva del padre, cada vez más intensa, que la que reforzada negativamente por la desaparición de los llantos del niño y positivamente por la desobediencia.
En este caso son las respuestas del padre las que se incrementarán en futuras ocasiones, produciendo un estilo de interacción familiar coercitivo y agresivo, e igualmente el niño aprenderá por modelado todas las respuestas agresivas que sus padres emiten (reproduciéndolas en el futuro)
MANTENIMIENTO DE LA CONDUCTA COERCITIVA POR REFORZAMIENTO POSITIVO
A menudo las conductas coercitivas de los niños van seguidas de la atención de los padres, de forma verbal o física, y sin embargo las conductas positivas son ignoradas (se le regaña si corre por una cafetería, pero no se alaba si se porta bien, simplemente se le ignora).
Otro ejemplo sería una madre que ignora las peticiones verbales de un niño para que le compre chuches, y sin embargo se las compra si el niño "monta un escándalo".
CONDUCTA INFANTIL DEFICIENCIAS EN LA INTERACCIÓN QUE SUELEN TENER LOS PADRES
Muchas veces los trastornos de conducta de los niños se deben a deficiencias de los padres en habilidades clave como la disciplina, el refuerzo positivo, la vigilancia, etc.
Sin embargo, también es importante señalar que pueden existir variables personales del niño, cognitivas y emocionales. Esta falta de habilidad de los padres para manejar las situaciones problemáticas de interacción con sus hijos se ha relacionado con altos niveles de estrés, intra y extrafamiliar.
Los estudios realizados a este respecto también han detectado que los padres de niños con trastornos de conducta experimentan más disfunciones personales, conyugales y sociales que los padres de niños que no muestran estos trastornos.
VARIABLES QUE INCIDEN EN EL DESARROLLO Y MANTENIMIENTO DE LOS TRASTORNOS DE CONDUCTA
Además de los factores de aprendizaje anteriormente expuestos, hay otras variables a considerar como:
Características propias de los padres (habilidades de comunicación, de solución de problemas, de manejo de estrés)
Características de los hijos: mayor o menor reactividad ante los estímulos, patrones de comida y sueño regulares, sesgos cognitivos, habilidad de solución de problemas interpersonales, presencia de mayor o menor actividad, etc
Características de la interacción: problemas familiares, conyugales, estilos comunicativos, etc
Problemas externos a la familia: laborales, de ajuste social de los padres, de aislamiento, etc.