Una de las principales dificultades en el tratamiento del TOC es que frecuentemente está asociado con otros trastornos psicopatológicos, configurando lo que se conoce como espectro del trastorno obsesivo-compulsivo. Estos son los trastornos más frecuentes asociados con el TOC:
El más frecuente es la depresión: entre un 23 y un 38% de los pacientes TOC padecen depresión mayor, y un 80% presenta síntomas depresivos como afecto negativo, sentimientos de culpa y baja autoestima.
El TOC también se relaciona con distintos trastornos de ansiedad como son la fobia social (26%), las fobias específicas (20%) o el trastorno de ansiedad generalizada (16%).
Igualmente entre un 20 y un 30% de personas afectadas por TOC han tenido o tienen tics. A este respecto se evidencia que la mitad de las personas que sufren el síndrome de Gilles de la Tourette presentan TOC.
Respecto al trastorno dismórfico corporal, dado que algunos síntomas se asemejan al TOC, hace que a pesar que se considera un trastorno somatoformo, algunos clínicos lo consideren dentro del espectro obsesivo compulsivo.
También aparecen en un elevado porcentaje de los casos de TOC (en torno al 50%) repertorios conductuales propios de la personalidad obsesiva (escrupulosidad, tesón, rigidez, excesiva importancia a los detalles, perfeccionismo, etc.