El término dolor crónico se refiere a trastornos caracterizados por un dolor persistente, con una duración de al menos 6 meses y resistente a la medicina convencional.
En la experiencia de dolor confluyen factores biológicos, psicológicos y sociales. En general el dolor crónico se caracteriza por su complejidad y la dificultad de eliminarlo o resolverlo. Se trata de una experiencia subjetiva, que abarca una triple dimensión:
Dimensión sensorial-discriminativa: es la parte más "externa" de la percepción del dolor. Se refiere a la cantidad y cualidad de la estimulación sensorial que origina la experiencia del dolor. Corresponde a la entrada sensorial.
Dimensión motivacional-afectiva: supone una información a nivel intermedio. Implica una inicial caracterización emocional del dolor, que conlleva una conducta de acercamiento o alejamiento a las situaciones ligadas a la estimulación dolorosa.
Dimensión cognitivo-evaluativa: supone el aspecto superior de integración de la experiencia del dolor, y abarca factores atencionales, experiencias previas, pensamientos, creencias, etc.
EL DOLOR COMO ACTIVIDAD PERCEPTIVA
En todo tipo de dolor tiene importancia el aspecto psicológico. La actividad del paciente, la focalización de la atención, sus pensamientos y su evaluación emocional, influyen sobre el dolor.
EL ORIGEN DEL DOLOR
Dolor psicógeno: si el dolor es caracterizado como psicógeno se asume la inexistencia de causa orgánica que justifique las quejas del paciente, aceptándose un origen y mantenimiento psíquico.
Este tipo de dolor se da en trastornos como la hipocondría, trastorno de conversión, alucinaciones depresivas, y en general en las categorías diagnósticas encuadradas en los trastornos somatomorfos.
En estos casos la intervención estaría orientada al tratamiento de un trastorno psicológico caracterizado por la preocupación por enfermar, atención desmesurada e injustificada a aspectos somáticos, etc. Este tipo de dolor es tan intenso e incapacitante como si tuviera una causa orgánica.
Dolor disfuncional: este tipo de dolor se caracteriza por una disfunción en los mecanismos normales de autorregulación fisiológica: un exceso de tensión muscular en respuesta a las demandas ambientales puede producir una cefalea tensional, dolor abdominal, lumbar o una vasoconstricción excesiva que puede causar una cefalea vascular o un síndrome de Raynaud.
Otros tipos de dolor: otros tipos de dolor tienen una identificación precisa: factores genéticos o congénitos, traumas, quemaduras, infecciones, reacciones inmunológicas, cáncer, tóxicos y procesos degenerativos.
En definitiva el dolor existe, pero la valoración subjetiva que hacemos de él le hará más o menos intenso. En Terapia Psicológico se utilizan diferentes técnicas de abordaje, que en algunos casos puede incluir la hipnosis clínica.