El duelo es el duro proceso de asimilar la pérdida de un ser querido. Se trata de un proceso secuencial a lo largo del tiempo, caracterizado por diferentes emociones:
Sentimiento de pena y dolor
Sentimientos de ira, culpabilidad y resentimiento
Sensación de apatía y desinterés
Reaparición de la esperanza y reconducción de la vida
Las manifestaciones comunes en el proceso de duelo son:
Sentimientos de tristeza, soledad, ira o culpabilidad
Sensaciones físicas: despersonalización, sensación de ahogo, sensibilidad a los ruidos, sensación de vacío en el estómago
Cogniciones y pensamientos: incredulidad, confusión, preocupación, sensación de presencia del fallecido, alucinaciones verbales y auditivas
Comportamientos: dificultades para conciliar el sueño, sueño con el fallecido, lloros, suspiros, trastornos del apetito .
El proceso de duelo no es una patología, pero supone un momento de crisis personal, de angustia, sensación de vacío y dolor que a veces es necesario encauzar adecuadamente para evitar que ese sufrimiento se haga crónico e imposibilite a la persona para superar su dolor y conseguir restaurar su equilibrio emocional y social integrando en su realidad personal esta nueva situación.
Sin embargo, a veces en el proceso natural de duelo se producen formas de enfocarlo que suponen un agravamiento de las emociones negativas, llegando a cronificarse o intensificar el sufrimiento personal, esto se denomina DUELO PATOLÓGICO y requiere terapia psicológica para superarlo.
Los sentimientos más comunes de un duelo cronificado:
Sentimiento de culpa
Resentimiento e impotencia
Idealización de la persona perdida
Negación del propio sufrimiento (falso enmascaramiento)
Victimismo
Comparación
Renuncia a la propia vida
TIPOS DE DUELO
DUELO ANTICIPADO: precedido con tiempo y pleno conocimiento de la situación, permite prepararse anímicamente.
DUELO RETARDADO: es un duelo inhibido o reprimido. Se puede tener una reacción emotiva en el momento de la perdida, pero no va en proporción con el significado de la pérdida de un ser querido.
El pesar se manifiesta con cierta exageración más adelante cuando la perdida es reactivada por una perdida menor.
DUELO CRÓNICO: Es un pesar inusitadamente intenso que no disminuye con el tiempo y, por lo tanto, se transforma en una manera de ser.
DUELO EMERGENTE: El sufrimiento aparece por etapas, fechas o circunstancias.
DUELO PATOLÓGICO: El duelo anormal puede presentarse de diversas maneras, que va desde el retraso del duelo, o la ausencia de este, hasta un duelo muy intenso y prolongado.
DUELO NEGADO: Es la ausencia de la expresión del duelo en el momento de la perdida.
DUELO EXTRAORDINARIO: Ocasionado por situaciones críticas de la muerte; aborto, suicidio, homicidio, tortura, cuerpos sin aparecer, guerras, etc.
DUELO SALUDABLE O POSITIVO: Te planteas el gran desafío de reincorporarte al mundo a partir de una nueva identidad, de un nuevo conocimiento de nosotros mismos, en el cual no está incluido nuestro ser querido fallecido, lo que no significa que vayamos a olvidarlo.