Las personas con problemas de juego patológico presentan una alteración conductual en múltiples ámbitos de su vida cotidiana.
Las conductas más características son:
CONDUCTAS MOTORAS
Cada vez apuesta más que la anterior, lo que finalmente le lleva a que la última apuesta suela ser la más elevada
Tiene un nivel previo de apuesta determinado por las sesiones anteriores, con lo que comienza sus apuestas con un nivel intermedio entre el inicial y el final de la sesión previa
Busca aumentar el riesgo asumiendo en las apuestas a lo largo de la sesión, lo que puede hacer aumentando la cantidad de dinero que apuesta o cambiando a apuestas de mayor riesgo cuando existe falta de dinero
CONDUCTAS COGNITIVAS (pensamientos, sentimientos, emociones)
Ilusión de control: el jugador patológico piensa que tiene una estrategia que le permitirá ganar, piensa que el azar no controla completamente los resultados de juegos, y que ellos pueden controlar el azar
Las predicciones sobre los resultados que se producen porque el jugador percibe una importante dependencia entre una jugada y la siguiente.
No se considera que las secuencias del juego son independientes y aleatorias entre sí, es decir, que sea el azar el que determina cada jugada, sino que se trata de resultados relacionados en los que es posible predecir y controlar lo que va a suceder en una jugada según lo que haya sucedido en las anteriores.
CONDUCTAS FISIOLÓGICAS
Se produce un incremento en la frecuencia cardíaca en la situación de juego, mostrando una correlación positiva elevada entre los pensamientos erróneos y el aumento de dicha activación.