El hecho de estar esperando un niño supone una conexión especial entre la pareja, una ilusión en la que proyectan todos sus deseos.
Durante esos meses todo gira al crecimiento de la vida en el vientre de la madre, todo gira a un momento, el preciso momento en que toda esa ilusión se materializará en alguien tierno en quien expresar todo ese amor que se ha ido creando.
Sin embargo, estos sueños pueden derrumbarse en tan sólo un instante con la pérdida del bebe.
El duelo gestacional (durante el embarazo) y perinatal (en el parto) no es reconocido socialmente como un duelo.
La gente suele "animar" a los padres "dolientes" con frases como "ya vendrán otros", "aún eres joven"...pero, eso no es consuelo para la pérdida de ese bebé, único en la imaginación e ilusión de los padres.
Este duelo perinatal puede convertirse en duelo patológico si la tristeza se hace obsesiva, llegando a interferir en las actividades cotidianas.
Es importante en estos casos que la pareja pida ayuda a un profesional para superar este momento, o acudan a un grupo de apoyo con personas que han pasado por este mismo trance.
El duelo por la pérdida del embarazo puede verse complicado por distintos factores:
Duelos complicados anteriores. Experiencias anteriores en uno o más abortos espontáneos.
Ausencia de apoyo social y personal/familiar que impide la validación de este duelo y la expresión de sus emociones.
Cantidad de tiempo que la pareja ha estado buscando el embarazo.
Las experiencias del pasado y problemas que tenga la persona en ese momento de su vida independientemente de la pérdida. Por ejemplo, problemas laborales, familiares, económicos, etc.
Características personales y psicológicas de la persona.