Según la APA (American Psychiatric Association), actualmente no existe cura para el Trastorno Bipolar, aunque hay tratamientos que disminuyen la frecuencia, severidad y consecuencias de los episodios.
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
Es absolutamente indispensable para el tratamiento del Trastorno Bipolar. Los estabilizadores del estado de ánimo que se han utilizado habitualmente han sido el litio, valproato y la carbamazepina, en ocasiones combinados con neurolépticos y benzodiacepinas.
Generalmente se cree que el litio es "la cura" para el trastorno bipolar, y aunque es un medicamento de gran ayuda, no es la solución definitiva, y es necesario un tratamiento psicológico para cubrir la adherencia al tratamiento, los trastornos asociados (como el abuso de sustancias) y el ajuste psicosocial.
TERAPIA COGNITIVA O TERAPIA COGNITIVO-CONDUCTUAL
El objetivo es conseguir adherencia a la medicación y que se adquieran habilidades o se reduzcan los problemas asociados al Trastorno Bipolar. Utiliza programas de psicoeducación y también técnicas cognitivo conductuales.
TERAPIA FAMILIAR Y TERAPIA DE PAREJA
El contexto familiar se ve muy afectado cuando un miembro de la familia padece Trastorno Bipolar.
Es importante el estudio de la emoción expresada, dado que algunos miembros del núcleo familiar se pueden mostrar hostiles ante un episodio bipolar, o en algunos casos con sobreimplicación emocional.
TERAPIA INTERPERSONAL Y DEL RITMO SOCIAL (IPSRT)
Esta terapia es de tipo individual y se aplica a aquel paciente que no quiere llevar a cabo una terapia de pareja o familiar, o que vive solo.
Se centra en las relaciones interpersonales y en la estabilización de ritmos circadianos, con creación de rutinas. Se busca especialmente la regulación del sueño, ya que su estabilización incide positivamente en el estado emocional del paciente.