Puede desarrollarse un cuadro de Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) cuando una persona ha experimentado, presenciado o se ha enterado de acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás, y ha respondido con un temor, una desesperanza o un horror intensos. experimentando tres clases de síntomas: además tres clases de síntomas:
Síntomas de reexperimentación del hecho traumático
evitación y de embotamiento psíquico
hiperactivación (hyperarousal)
Síntomas de Reexperimetación: pueden producirse de variadas maneras. Cada nueva reexperimentación del hecho traumático provoca en el individuo una réplica de la reacción de estrés original frente al trauma, provocando así una retraumatización.
De esta manera, el trauma se autoperpetúa. El individuo queda fijado en el tiempo y es continuamente reexpuesto al hecho traumático.
2 Síntomas de Evitación: se agrupan dos tipos de síntomas:
los de evitación en sentido estricto, que incluyen el esfuerzo por evitar pensamientos, sensaciones, personas, lugares, actividades, hechos etc. que recuerden el hecho traumático
· los de carácter disociativo o de embotamiento psíquico, tales como
a. incapacidad para recordar aspectos significativos del hecho traumático
b. reducción del interés o de la participación en actividades que le resultaban significativas
c. sensación de desapego o enajenación o extrañamiento
d. reducción significativa de la vida afectiva, con incapacidad de experimentar sentimientos positivos
e. sensación de futuro desolador y desesperanza
El individuo desarrolla esta serie de síntomas en un aparente intento de resguardarse de las emociones intolerables, o bien evitando directamente los recordatorios del trauma, o bien anestesiándose emocionalmente, por medio de mecanismos disociativos o síntomas de amnesia o mediante el consumo de sustancias, trastornos alimenticios, adicción al trabajo, etc.
3 Síntomas de Hiperactivación
· trastornos del sueño
· trastornos en la concentración
· irritación
· hipervigilancia
· respuesta de sobresalto exagerada
El paciente está siempre en guardia en otro intento de permanecer a salvo de la reexposición al hecho traumático. Nunca se siente a salvo.
Muchos de estos síntomas son a veces confundidos con otros trastornos, como el trastorno depresivo, de somatización, simulación, déficit de atención, personalidad borderline, antisocial, e incluso hasta con algún tipo de trastorno psicótico
CURSO
El TEPT es de aparición brusca, pudiendo producirse dicha aparición hasta años después de producido el hecho traumático.
El TEPT es un diagnóstico relativamente fácil de hacer cuando el paciente refiere la existencia del hecho traumático.
En cambio, cuando los síntomas son de aparición tardía, en muchas oportunidades no es evidente para el paciente la vinculación entre la experiencia traumática y sus síntomas, por lo que el terapeuta debería investigar siempre la existencia de tales experiencias.
La historia de traumas del paciente es un elemento importante en el diagnóstico diferencial y nunca debería ser omitida.
A menudo, otro de los obstáculos que encuentra el psicólogo, es que el paciente evite hacer referencia al hecho traumático para evitar el sufrimiento.
Aproximadamente la mitad de los casos que presentan esta sintomatología, suele resolverse espontáneamente en el lapso de los tres primeros meses. El resto, requieren de atención psicoterapéutica para su resolución.
Obvio es decir que cuanto más temprana la intervención, más rápida su resolución. Si la intervención se demora mucho tiempo, el paciente estructura su vida en torno de los síntomas, dañando las actividades sociales, interpersonales, laborales, etc. por lo que la recuperación es más lenta y dificultosa.
Los estudios indican que hasta un 80% de pacientes diagnosticados con TPET tiene al menos un diagnóstico psiquiátrico más, incluyendo trastornos afectivos (26%-65%), de ansiedad (3060%), alcoholismo o abuso de drogas (60-80%), o trastornos de personalidad (40-60%)
PREDICTORES
Uno de los principales esfuerzos de investigación han sido puestos en poder determinar que factores predicen mejor la posibilidad de que alguien expuesto a un hecho traumático desarrolle de un TPET. Se ha hallado que dos son los predictores más precisos:
1. la historia previa de traumas del individuo: es así que quien ha sufrido otros traumas a lo largo de su vida, está más expuesto a desarrollar un TEPT
2. las reacciones disociativas durante e inmediatamente después del hecho traumático. Son aquellos individuos que reaccionan predominantemente con embotamiento emocional, o experimentando el hecho traumático como si le estuviera ocurriendo a otro, no sintiendo dolor, o percibiéndose a sí mismo como desde fuera de su cuerpo.
Con respecto a las características del hecho traumático tienen más posibilidades de desarrollar un TPET quienes estén expuestos a hechos traumáticos
1. infringidos por la mano del ser humano
2. por familiares directos o personas en las que se debía confiar
3. los que son repetidos y reiterativos
4. sufridos más tempranamente
5. por los que se ha recibido presión al silencio en contraposición a
1. los de carácter natural
2. no intencionales
3. hechos únicos
4. sufridos a edad más avanzada
5. de los que se ha podido hablar libremente que tienden a resolverse más benignamente
Los estudios sobre la naturaleza de los recuerdos traumáticos, indican que el trauma interfiere en los procesos involucrados en la memoria explícita.
Durante la exposición al hecho traumático, el área de Wernicke y Broca (aquella relacionada con la codificación de la experiencia en palabras) prácticamente colapsan, reduciendo su actividad notablemente, según lo revelan los estudios de diagnóstico por imágenes.
Simultáneamente, aumenta la actividad en el área del hipocampo, área esta que está relacionada con la memoria emocional. Por lo tanto, el hecho traumático queda archivado en la memoria Implícita, y sólo deficientemente en la memoria Explícita o Narrativa.
Por esto el trauma es llamado también el terror sin palabras.
Todos los síntomas enumerados más arriba hasta cierto punto parecen contradictorios : quien sufre de un trastorno por estrés post traumático parece haber quedado congelado en el tiempo, fijado al hecho traumático y parece condenado a , revivirlo permanentemente (en un aparente intento de procesarlo o archivarlo) y por otro a evitarlo, olvidarlo, y/o anestesiar sus sentimientos y reacciones para evitar el sufrimiento.
Pero dichos síntomas parecen tener una función adaptativa: por un lado, proteger al individuo de la exposición al hecho traumático, y por otro lado, un intento frustrado de integrar la memoria emocional con la memoria verbal.
La memoria Explícita no recuerda, sino que revive, fallando en reconocer que el hecho pertenece al pasado. Sólo la integración de los recuerdos en la memoria Narrativa, permite la desaparición de los síntomas.