Cuando se trabaja con un niño con un trastorno emocional, hay que intervenir no sólo con el propio niño, sino que se tendrá en cuenta a los padres y a la familia dentro del programa de intervención:
Como se puede observar en el cuadro anterior, el tratamiento incluye cambios ambientales y también en los esquemas cognitivos disfuncionales del niño (creencias erróneas sobre el entorno o sobre él mismo).
Por otra parte, dado que el estado de ánimo del niño está muy influido por la actitud de los padres y el ambiente familiar, es importante un trabajo en estas áreas para lograr que el niño logre su estabilidad anímica.