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¿SE RECOGE LA HUELLA PSÍQUICA EN LAS VÍCTIMAS DE ACCIDENTES?

mayo 4, 2025 CONSULTA PSICOLOGICA VILLAVERDE
la victima de un accidente puede tener secuelas físicas pero tambien psicológicas

Ser víctima de un accidente de tráfico de gravedad (por ejemplo, con lesión medular que conduce a una paraplejia), suele conllevar una demanda judicial.

En estos casos la peritación de las secuelas físicas es relativamente sencilla: existen, de forma fehaciente lesiones, tiempo de recuperación, secuelas físicas, que pueden ser observadas y tasadas para la oportuna reclamación.

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En FORENSE CIVIL Etiquetas huella psiquica victima accidentes, instrumentos psicométricos valoración daño psicológico en accidentes
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ÁMBITOS DE ACTUACIÓN PERITO PSICÓLOGO EN DERECHO CIVIL

junio 30, 2024 CONSULTA PSICOLOGICA VILLAVERDE
El psicólogo jurídico interviene en diversos campos del Derecho
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En FORENSE CIVIL, PSICOLOGÍA JURÍDICA Etiquetas ambitos actuacion psicologo juridico, psicologo juridico en derecho civil
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NECESIDAD DE TERAPIA PSICOLÓGICA EN LESIONADOS MEDULARES

junio 11, 2024 CONSULTA PSICOLOGICA VILLAVERDE
una paraplejia conlleva una dura readaptación psicológica

Hoy quería hablaros de la huella psíquica que padece una persona que tras un accidente ha sufrido una lesión medular y se encuentra en una silla de ruedas (paraplejia).

A nivel abstracto, cualquier persona que no tiene este problema se lo imagina y piensa: "qué espanto", tal vez alguno, especialmente sensibilizado haya llegado a hacer la prueba de intentar vivir un día entero en una silla de ruedas: lo encontrará increíblemente duro, pero no se aproxima a la realidad, porque esa persona sabe que al día siguiente continuará caminando.

Imaginemos un chico cualquiera, veintipocos años, deportista, terminando unos estudios, con su grupo de amigos y actividades, novia o novietas y la vida repleta de planes y aventuras.

Un día cualquiera ese chico tiene un accidente de moto, pongamos que se secciona la médula con uno de los famosos guarda raíles asesinos. Cuando se despierta en el hospital le dan la demoledora noticia de que jamás podrá caminar.

Tal vez eso es lo primero que a cualquiera se nos venga a la cabeza cuando nos cuentan de alguien que ha pasado por esto: no volverá a caminar.

Sin embargo, la realidad es mucho más compleja para estas personas: no sólo no van a volver a caminar, su estructura de vida se ha hecho mil pedazos, ya nada, absolutamente nada volverá a ser igual, y tendrán que aprender a vivir con lo que tienen.

Explícaselo a un chico de veintipocos, su reacción será siempre la misma: pensar en luchar y trabajar para que todo vuelva a la normalidad. Los problemas ante una paraplejia no pasan simplemente por las barreras arquitectónicas o las costosísimas adaptaciones de la vivienda.

Una persona con una paraplejia tiene que aprender a sondarse en muchos casos, tiene que esforzarse por realizar ejercicios con el tren superior para poder cambiar la postura y no tener úlceras por la posición.

A veces tienen que ver como algunos de sus amigos les rechazan, y no porque no sean sus amigos, simplemente porque no saben cómo tratarles, porque se sienten incómodos hablando "del partido de baloncesto del otro día" o de "la ruta en bici por el campo".

La persona que ha sufrido una paraplejia muy probablemente necesite ayuda psicológica para superar el hecho de que ahora todo va a ser diferente, y que sí, muy probablemente consiga tener una vida plena y feliz, pero sabiendo, porque lo experimentó previamente, que la vida puede ser más fácil.

Normalmente la autoestima queda muy dañada, la desesperanza respecto al futuro les haga volverse más callados y taciturnos. Tienden a aislarse del grupo de amigos y de las situaciones sociales en las que se sienten incómodos, recordando cómo eran antes.

El trabajo psicológico con una persona que ha sufrido semejante trance es intenso, doloroso y en muchísimos casos muy gratificante. Es increíble ver la fuerza de voluntad, el coraje, la valentía de estas personas.

Necesitan normalizar su vida y hay que ayudarles a que lo hagan, a que acepten la situación como un hecho del que quejarse no mejorará su vida y empezar a que comprendan que una persona es ante todo una persona, y las cualidades no están siempre en su capacidad para meter goles.

Necesitan actividad física, aprender deportes adaptados que les hagan intentar superarse, salir con los amigos, aprender a manejarse con su discapacidad y dejar de ponerla como una barrera entre ellos y el mundo.

Una parte muy importante del hecho de sufrir una paraplejia es la necesidad de buscar soluciones a la actividad sexual, se necesita una reeducación a este respecto, ya que hay vías y soluciones para poder llevar una vida sexualmente satisfactoria (existen muchas zonas erógenas y muchas formas de recibir placer).

He dicho recibir y no dar, porque las personas con este problema pueden tener erecciones inducidas de forma farmacológica, sin embargo les preocupa su falta de sensibilidad al respecto, y esto es lo que hay que trabajar mediante técnicas precisas que les pueden ayudar a mejorar su vida sexual (y su autoestima).

También hay que tener en cuenta que no sólo la persona que ha sufrido el accidente requerirá un apoyo psicológico intenso: su familia puede requerir ayuda para aceptar la situación e intentar superar el dolor; todos van a tener que reorganizar sus vidas.

De esta forma, cuando veamos alguien en silla de ruedas, jamás debemos sentir compasión, tal vez, en alguna ocasión, debamos preguntarnos si de esas personas que muestran semejante capacidad de superación, nosotros tengamos algo que aprender.

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En FORENSE CIVIL, TRATAMIENTOS PSICOLÓGICOS Etiquetas huella psíquica en accidentes, secuelas psicológicas paraplejia, readaptación a la vida tras accidente
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SINDROME POST-CONMOCIONAL EN TRAUMATISMO CRANEOENCEFÁLICO

marzo 9, 2024 CONSULTA PSICOLOGICA VILLAVERDE
El sindrome postconmocional puede producir alteraciones psicológicas y conductuales

Los Trastornos Craneoencefálicos se clasifican según su gravedad en leves, moderados o graves,, en función de la puntuación que alcance el afectado en la escala de coma de Glasgow.

La clasificación sería:

  1. Leve para los pacientes que se encuentren entre 15 y 13 en la escala.

  2. Moderado para los pacientes que se encuentren entre 9 y 12.

  3. Severo o grave para los pacientes que tengan una clasificación de 8 o menor.

CONMOCIÓN CEREBRAL

La conmoción cerebral es consecuencia de un TCE leve. Viene acompañada de una pérdida de consciencia. Habitualmente no encontramos signos debidos a una lesión cerebral precisa o localizada.

CONTUSIÓN CEREBRAL

Se habla de contusión cerebral cuando se encuentran signos focales, es decir, que se pueden localizar uno o varios sitios precisos donde el cerebro ha sido herido.

Los riesgos de epilepsia son más elevados en las situaciones de contusión cerebral que en la conmoción.

SÍNDROME POSTCONMOCIONAL

El síndrome postconmocional hace referencia a la aparición de un grupo heterogéneo de síntomas: somáticos, cognitivos y psicológicos, que pueden aparecer y persistir de forma variable después de un traumatismo craneoencefálico (TCE), en general, de leve intensidad.

CRITERIOS DIAGNOSTICOS (DSM IV)

A. Historia de traumatismo craneoencefálico que causó conmoción cerebral

B. Pruebas objetivas que evidencien deterioro de la capacidad para fijar la atención (concentración, cambio en la focalización de la atención, tareas cognitivas simultáneas) o de la memoria (aprendizaje o evocación de la información) a partir de tests neuropsicológicos o técnicas de evaluación cognitiva cuantificada

C. Hay tres, o más, de los siguientes síntomas después del traumatismo que duran al menos tres meses:

  • Fatigabilidad fácil

  • Trastornos del sueño

  • Dolores de cabeza

  • Vértigo o mareo

  • Comportamiento irritable o agresivo con o sin provocación

  • Ansiedad, depresión o labilidad emocional

  • Cambios de la personalidad (p. ej., comportamiento social o sexual inapropiados)

  • Apatía o falta de espontaneidad

SÍNTOMAS QUE PUEDEN APARECER EN UN TCE LEVE INCLUIDOS EN EL SINDROME POSTCONMOCIONAL

SOMÁTICOS

  • Cefalea: tensional, migraña, en racimos, neuralgias occipital, supra e infraorbitarias, secundaria a lesión cervical o de la articulación temporomandibular, debida a lesiones locales y mixta

  • Disfunción de los pares craneales

  • Mareo y vértigo

  • Tinnitus

  • Pérdida de audición

  • Visión borrosa

  • Trastornos en la convergencia

  • Intolerancia al ruido y a las luces brillantes

  • Disminución del olfato y gusto

  • Fatiga

  • Náuseas

  • Vómitos

PSICOLÓGICOS:

  • Irritabilidad e impaciencia

  • Inseguridad

  • Ansiedad y depresión

  • Preocupaciones hipocondríacas

  • Despersonalización y desrealización

  • Cambios de la personalidad: apatía, agresividad, labilidad emocional, etc.

  • Trastornos del sueño (somnolencia en la fase inicial)

  • Disminución de la libido

  • Anorexia

  • Intolerancia al consumo de alcohol

COGNITIVOS:

  • Trastornos de la memoria

  • Déficit atencionales

  • Aumento del tiempo de reacción

  • Disminución de la velocidad de procesar la información

  • Incoordinación psicomotriz

El síndrome postconmocional no aparece en todos los traumatismos leves. Aproximadamente, el 50% de los mismos muestran estos síntomas durante los primeros 3 meses, descendiendo el porcentaje al 33% a partir del tercer mes.

No existe un tratamiento específico para este tipo de alteraciones. El tratamiento, farmacológico, físico y psicológico, debe ser individualizado según las quejas del paciente.

No obstante, como recomendaciones comunes destaca un buen descanso y evitar excitantes o depresores del SNC (alcohol, café, tabaco, etc.). La mayoría de los pacientes con TCE leve regresa a su actividad laboral, aunque aproximadamente un tercio no consigue la reinserción laboral.

Las alteraciones cognitivas y conductuales se presentan como los principales factores de riesgo de esta discapacidad laboral.

EVALUACIÓN NEUROPSICOLÓGICA

La evaluación del Síndrome Postconmocional es muy controvertida en cuanto a criterios y pruebas utilizadas.

Si nos planteamos objetivos médico-legales tenemos que tener en cuenta aspectos como: discapacidad, valoración del daño cerebral, competencia civil y responsabilidad penal.

En definitiva, se trata de detectar lesiones y disfunciones cerebrales, analizar las consecuencias de las lesiones en términos de funcionamiento cognitivo, posibles trastornos de conducta y estado emocional, establecer los objetivos personales del programa de rehabilitación, valorar los progresos en el curso del tratamiento, establecer pronóstico inicial y guiar la posible reorientación profesional.

También es útil en evaluaciones médico-legales que sirvan de apoyo a los testimonios o peritaciones judiciales y/o cara a posibles indemnizaciones, así como para investigar la clínica neuropsicológica con el objetivo de confirmar, ampliar o modificar los actuales modelos explicativos del funcionamiento cerebral.

Cuando hablamos de Síndrome Postconmocional tenemos que evaluar: quejas somáticas, déficit cognitivos y alteraciones conductuales y emocionales.

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CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS DE LA AMPUTACIÓN TRAUMÁTICA

febrero 8, 2024 CONSULTA PSICOLOGICA VILLAVERDE

El análisis de la afectación psicológica de la persona que ha sufrido la amputación traumática de una extremidad, tiene que tener en cuenta varios factores.

La pérdida de una extremidad supone lógicamente una pérdida de funcionalidad que incide en las oportunidades laborales, el duro trabajo de una readaptación para poder realizar las funciones sin el miembro que antes cumplía una función y debe ser suplido.

Y los motivos estéticos, que ya no solamente visto desde un punto de vista social, sino personal, el verse privado de una parte de sí mismo, afectan al individuo.

Nos centramos en las amputaciones debidas a accidentes de tráfico o laborales.

Estas tienen consecuencias psicológicas más devastadoras, ya que, a diferencia de la persona que nace con una malformación o la amputación por causa médica (como la gangrena), suponen una absoluta falta de previsión de lo que va a suceder, y la persona tarda tiempo en asimilar la pérdida funcional y reencontrar su propia imagen sin parte de sí mismo.

La afectación psicológica suele ser mayor en las mujeres, debido a las exigencias estéticas en la imagen femenina, algo ocurre en la etapa de la adolescencia, cuando el joven da mayor importancia a su aspecto personal.

Igualmente las características personales del afectado, pueden ser una causa de mayor daño psíquico, así las personas con gran nivel de actividad, deportistas, etc, pueden ver seriamente mermada su capacidad de sobreponerse a la situación.

En todo caso una amputación es la pérdida de una parte corporal y como en muchos casos una pérdida puede implicar un proceso de duelo por la extremidad perdida.

Pero el duelo no se restringe exclusivamente a la pérdida del miembro dañado, sino a la pérdida de un estatus dentro de la sociedad, a la perdida de la “normalidad”, a la perdida de apariencia estética, a la perdida de funcionalidad corporal, a la pérdida de oportunidades, a la pérdida de la “autoimagen”, con todas esas pérdidas la autoestima bruscamente de verá dañada.

El proceso de duelo, será un proceso de adaptación a través de pasos que al ir siendo superados permitirán aceptar la nueva situación.

En su proceso de duelo el amputado pasará por el estado de shock inicial, inmediato al evento traumático, donde podrá sentirse aturdido, alejado de la realidad, en un estado de sopor etc. posteriormente entrará en la “fase de la negación” donde no aceptará lo sucedido con pensamientos como “esto no me está pasando a mí”, “estoy bien, no pasa nada”, “sigo siendo el mismo”

Posteriormente vendrá la “fase del enojo” donde buscara culpables, sentirá rabia, podrá auto culparse, aparecerán los “hubiera”, “si hubiera hecho esto o aquello”.

Después vendrá la “fase depresiva” donde buscara estar solo, evitara el contacto con los demás, preferirá estar en casa que salir, podrá tener alteraciones del sueño, insomnio, pesadillas, tristeza, manifestaciones de llanto, cambios bruscos de estado de ánimo, desesperación por no poder realizar las actividades que antes hacía.

Después pasara a la “fase de aceptación y adaptación” en esta momento comenzará afrontar cognitivamente sus nueva condición, se irá adaptando a su situación y se irá reintegrando paulatinamente a su medio social.

Este proceso podrá tener altibajos, variará dependiendo la personalidad del amputado y de las redes de apoyo así como de la atención profesional recibida.

Las consecuencias psicológicas de la amputación y las fases de duelo podrán mezclarse también con síntomas de ansiedad y estrés relacionados con el evento traumático vivido, es posible que aparezcan síntomas del trastorno por estrés agudo o del trastorno por estrés postraumático

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En FORENSE CIVIL Etiquetas consecuencias psicologicas amputacion, duelo en amputacion traumatica
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