Diversos autores especializados en Psicología Positiva, han realizado una clasificación de los rasgos positivos del ser humano, que se organizan en seis categorías (Clasificación VIA)
La categoría Sabiduría y conocimiento está compuesta por los siguientes rasgos positivos:
Creatividad: pensar en formas nuevas y productivas de hacer las cosas.
Curiosidad: poner interés en todas las experiencias que están teniendo lugar.
Apertura de mente: pensar en las cosas con profundidad y desde una variedad de ángulos.
Amor al aprendizaje: buscar el desarrollo de nuevas destrezas, temas y conocimientos.
Perspectiva: tener la capacidad de proporcionar sabios consejos a otras personas.
La categoría Coraje la componen los siguientes rasgos positivos:
Integridad y autenticidad: decir la verdad y mostrarse uno mismo de forma genuina.
Valor y valentía: no acobardarse ante las amenazas, los desafíos, las dificultades y el dolor.
Perseverancia y laboriosidad: terminar siempre lo que se empieza.
Vitalidad, pasión y entusiasmo: afrontar la vida con determinación y energía.
La categoría Humanidad está compuesta por los siguientes rasgos positivos:
Bondad: favorecer y ayudar a los demás.
Amor: mostrar afecto positivo en las relaciones íntimas con las otras personas.
Inteligencia social: ser consciente de los sentimientos de los demás y de los propios.
La categoría Justicia la componen los siguientes rasgos positivos:
Justicia e imparcialidad: tratar a todos de la misma manera, con equidad y ética.
Liderazgo: organizar y facilitar las actividades de grupo.
Trabajo en equipo, lealtad: trabajar bien como miembro de un grupo o un equipo.
La categoría Templanza la componen los siguientes rasgos positivos:
Perdón y clemencia: saber perdonar a las personas que nos han dañado.
Humildad y modestia: no vanagloriarse, dejar que los propios logros hablen por sí mismos.
Prudencia y discreción: evitar decir cosas de la que luego uno se puede arrepentir. -
Autocontrol: regular y saber gestionar lo que se siente y se hace.
La categoría Trascendencia está compuesta por los siguientes rasgos positivos:
Apreciación de la belleza y la excelencia: saber percibir y apreciar la belleza y el buen hacer en todos los ámbitos de la vida.
Gratitud: ser consciente y agradecido de las cosas buenas que le suceden a uno.
Esperanza y optimismo: esperar lo mejor en la vida y esforzarse para que suceda.
Humor: encontrarse a gusto con el sentido del humor, las risas y las bromas; saber generar sonrisas en los demás.
Espiritualidad y religiosidad: tener creencias coherentes sobre un propósito más elevado y un sentido en la vida.