La resiliencia es la capacidad de superacion de las adversidades. En terapia psicologica se ayuda a adquirir esta herramienta
Leer másAMAR ES...PERSEGUIR UNA ACTITUD POSITIVA
Ante los problemas de la vida (grandes o pequeños) somos nosotros mismos los que decidimos cómo afrontarlos.
Los problemas no tienen peso específico, no tienen la cualidad de poder definirse por niveles, porcentajes, magnitudes físicas. Se definen por cómo los afrontamos, por una decisión personal de gestión de la dificultad y el dolor.
Obviamente no será lo mismo la rotura de un pie que el incendio de una casa, no tiene la misma repercusión ni movilizará en nosotros tantos recursos para su gestión. PERO (debería decir mejor: PERO) es la forma en que decidimos hacer frente al problema lo que definirá el nivel de sufrimiento.
La resiliencia es un concepto básico en el afrontamiento de problemas: la capacidad para crecerse ante las dificultades. En el extremo opuesto a la persona resiliente estaría la persona débil y victimista.
Los victimistas tienen un componente tóxico y un poco chupóptero de la energía de los otros. Ante las dificultades no se toman ni un tiempo mínimo en intentar afrontar los problemas, buscar soluciones, crecerse.
Su forma de actuar es cómoda y sencilla: "si tengo un problema y se lo transmito a mis allegados como algo insalvable y que me hace sufrir inmensamente, ellos se sentirán responsables de aliviar mi sufrimiento".
El concepto como cómodo es comodísimo, es como pasar el testigo en una carrera de relevos: te paso mi dolor y así me alivio yo.
Las personas que actúan así muestran muy poco amor por las personas que les rodean. Nada produce más impotencia que ver a una persona derrotada y que no hace esfuerzos por mejorar su situación, de la que hay que tirar continuamente como un pesado fardo que llevamos a la espalda.
No existe problema en el mundo que no pase por el tamiz de nuestra propia valoración, de nuestros intentos por afrontarlo. La ayuda de las personas que nos quieren resulta fundamental (el apoyo social es básico en la superación del problema), pero no podemos dejar de diferenciar entre APOYARSE y TIRARSE ENCIMA DE.
Querer a alguien, cuando tienes un problema, pasa por hacer esfuerzos (los que se puedan, grandes o pequeños, exitosos o tan solo intentonas) de salir adelante.
Eso ofrece seguridad a las personas que nos rodean respecto a que estamos intentando afrontar las situaciones, que nos pueden dar la mano para recorrer el camino, pero que no tienen que llevarnos a su espalda.
Cuando tengas alguna dificultad en la vida, por favor, muestra amor a los tuyos. Mírate en un espejo a los ojos, busca la fuerza en tu interior y llega hasta donde puedas, siempre tendrás a los tuyos para acompañarte en los desiertos de la vida, pero no les hundas innecesariamente con el peso emocional de tirar de un carro que no quiere rodar, que quiere que le lleven en volandas.
Nunca digas "NO PUEDO" sin intentarlo, estarás diciendo "ME QUIERO MAS A MI QUE A TI", y todo lo que venga después, piénsalo en tu interior, serán palabras vacías.
RESILENCIA: SE TIENE O SE ADQUIERE
La resiliencia es la capacidad de hacer frente a las adversidades
Resiliencia es la capacidad de una persona para adaptarse a las situaciones adversas con un afrontamiento activo y una mentalidad positiva y luchadora.
Es una herramienta vital muy potente (como el turbo de enfrentarse a los problemas) y entronca directamente con el autoconcepto de la persona, su consideración de ser capaz de afrontar problemas y dificultades de la vida diaria, sin hundirse, sin esconder la cabeza como un avestruz, confiando en su fuerza vital para superar o aceptar las situaciones.
Leer másDISFRUTA DEL PRESENTE
Hoy, ahora. Este es tu momento
Hay personas focalizadas en sus metas de una forma inamovible. La meta lo es todo, viven para ello y como suele suceder en estos casos, mirar a lo lejos nos impide disfrutar del paisaje.
Alcanzar una meta es indudablemente una enorme satisfacción, pero alimentamos tanto el sueño final que a veces nos perdemos las cosas que ocurren en el camino, y cuando al fin conseguimos nuestro objetivo podemos pensar: ¿y ahora qué?
Leer másCICLO VITAL. UNA PEQUEÑA REFLEXIÓN
En la juventud LUCHAMOS POR AQUELLO QUE DESEAMOS
En la edad adulta DESCARTAMOS AQUELLO QUE NO QUEREMOS
En la madurez DISFRUTAMOS del balance entre lo conseguido y eliminado.
"SUEÑA, PEQUEÑA, SUEÑA".... DE LA MÚSICA Y LAS EMOCIONES
La música a muchos les acompaña, como un eco de sus propios sentimientos.
Sin embargo siempre podemos realizar la operación inversa: experimentar emociones diferentes a través de la música, consiguiendo calmarnos, reflexionar o en ocasiones sentir una pizca de esperanza.
Leer másHAY UN TIEMPO PARA CADA COSA. MEDITA SOBRE LO QUE PROCEDE
“Hay un tiempo para todo
Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo:
un tiempo para nacer, y un tiempo para morir;un tiempo para plantar, y un tiempo para cosechar;un tiempo para matar, y un tiempo para sanar;un tiempo para destruir, y un tiempo para construir;
un tiempo para llorar, y un tiempo para reír;un tiempo para estar de luto, y un tiempo para saltar de gusto;un tiempo para esparcir piedras, y un tiempo para recogerlas;un tiempo para abrazarse, y un tiempo para despedirse;un tiempo para intentar, y un tiempo para desistir;un tiempo para guardar, y un tiempo para desechar;
un tiempo para rasgar, y un tiempo para coser;un tiempo para callar, y un tiempo para hablar;
un tiempo para amar, y un tiempo para odiar;un tiempo para la guerra, y un tiempo para la paz.
El problema viene cuando no respetamos los tiempos para cada cosa, no ”
El problema viene cuando no respetamos los tiempos para cada cosa, no dejamos que la vida fluya al compás de la situación, y surge el malestar.
Queremos recibir los frutos sin habernos tomado el tiempo de sufrir plantando y esperando que germinen nuestros esfuerzos, buscando siempre la recompensa rápida, sin aprender a sufrir para lograr.
Y así surgen problemas de frustración (esto le pasa especialmente a la gente joven que piensa que los móviles crecen en los árboles, y la paga es un derecho a cambio de nada).
Otras partes que tienen mucho de psicológico son las que hablan de los tiempos de abrazarse y los tiempos de despedirse (qué difícil resultan algunas rupturas, que se tornan eternas y tortuosas)
También aquellos en que se empeñan en ser amados por el hecho de estar enamorados, y que creen que terminarán consiguiendo que la otra persona se enamore por su perseverancia (entramos en la categoría cansinos históricos).
Estas personas no aceptan un no por respuesta y se mueven en el mundo de las obsesiones y los celos.
Y sí, también hay momentos de rasgar, y acabar con aquellas cuestiones que nos empobrecen (criticar, envidiar, mentir, tener adicciones…).
Hay momentos para romper con ello y construir una vida en que todo aquello que en el fondo nos hería, lo cosamos para que tan sólo quede una pequeña cicatriz
Y sí, también es posible que llegue tiempo de odiar a quien se amó, tampoco vamos a ir por ahí de santitos.
El odio cuando nos dañan es una reacción natural, en la que imaginamos a la persona a la que amábamos sufriendo 17 tipos de torturas, a cual más cruel, si así te quedas mejor, adelante.
El proceso de duelo en una ruptura lleva el odio como una fase, pero ojo: esto no es barra libre: es una fase que tiene que estar muy limitadita en el tiempo, y que se puede cambiar por unas sesiones de boxeo que nos liberen.
El tiempo de odiar debe ser corto, dando lugar a otro momento: el de volver a amarte a ti mismo, en ese momento el odio se convertirá en indiferencia o una sonrisa torcida con un pensamiento “qué cabroncete/a” cuando recuerdes lo que te llevo a romper el amor.
También hay tiempo para la guerra, la lucha, la reclamación….pero no puede ser permanente. Los profesionales de la reivindicación terminan olvidando que una reivindicación debe orientarse al bienestar no a la crispación permanente.
Y sí, tiempo de hablar y de comunicarte, y de expresarte…y tiempo de callar para no dañar o simplemente para algo tan necesario como es escuchar.
Como veis no he seguido el orden de los versos. Intento que volváis sobre ellos, y que os paréis a buscar vuestra propia interpretación.
CRECIMIENTO PERSONAL: Y EL CORAZÓN ME ARDE
Hoy iba a bajar la basura. En la entrada estaban mis dos perretes durmiendo y me han mirado con adoración (o ganas de que les saque, quiero pensar lo primero) y de golpe he sentido que el corazón me ardía.
He pasado (o estoy en ello) pasando una experiencia vital dura, de esas que te enfrentan a toda tu vida y te hacen pensar, pero yo reconozco que tengo el extraño vicio de transformar toda emoción o cosa que me sucede en cómo ayudar a mis pacientes, como extrapolar cada experiencia.
Que te arda el corazón es la experiencia más bella que he experimentado, quitando tema nacimiento de niños y poquito más.
Nada más intenso que sentir que el corazón te arde
El corazón arde cuando la emoción te embarga, y eso no depende de nadie, depende de ti.
El corazón no arde por alguien, el corazón arde de las propias emociones, de la propia plenitud de percibir un momento con toda su magnitud: los ojos de tus perros diciéndote tanto sin decirte nada, la sonrisa de una persona cuando le sujetas una puerta, arde con un café escuchando una canción, arde con unas sábanas limpias…
Esperamos que la felicidad y la plenitud nos venga de fuera, y no pensamos que tal vez, hay muchas formas de permitir que nuestro corazón, nuestros sentidos, vibren ante cosas a las que no prestamos atención.
Deja que tu corazón arda de amor de la mañana a la noche, por todo, por todos, por cosas grandes y pequeñas, por sonidos, sensaciones, pequeños momentos, pequeños mimos, ante grandes amores o simplemente mirándote al espejo y sonriéndote a ti mismo.
El corazón te debe arder siempre, y cuando no lo haga, ven, “si necesitas una mano, recuerda que yo tengo dos”, vamos a encender esa llama para que vuelvas a sentir llamas dentro de ti.