El trastorno de personalidad narcisista queda recogido en el DSM 5 con los siguientes criterios:
Criterios diagnósticos 301.81 (F60.81)
Patrón dominante de grandeza (en la fantasía o en el comportamiento), necesidad de admiración y falta de empatía, que comienza en las primeras etapas de la vida adulta y se presenta en diversos contextos, y que se manifiesta por cinco (o más) de los siguientes hechos:
1. Tiene sentimientos de grandeza y prepotencia (p. ej., exagera sus logros y talentos, espera ser reconocido como superior sin contar con los correspondientes éxitos).
2. Está absorto en fantasías de éxito, poder, brillantez, belleza o amor ideal ilimitado.
3. Cree que es "especial" y único, y que sólo pueden comprenderle o sólo puede relacionarse con otras personas (o instituciones) especiales o de alto estatus.
4. Tiene una necesidad excesiva de admiración.
5. Muestra un sentimiento de privilegio (es decir, expectativas no razonables de tratamiento especialmente favorable o de cumplimiento automático de sus expectativas).
6. Explota las relaciones interpersonales (es decir, se aprovecha de los demás para sus propios fines).
7. Carece de empatía: no está dispuesto a reconocer o a identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás.
8. Con frecuencia envidia a los demás o cree que éstos sienten envidia de él.
9. Muestra comportamientos o actitudes arrogantes, de superioridad.
Estas características que describe el Manual Diagnóstico de los Trastornos Mentales, hace especial hincapie en la lucha de la persona por ser admirado, patrón tendente a la grandiosidad (bastante evidente en la forma de hablar y el lenguaje corporal) y una falta de empatía, en parte debido a sentirse especiales y superiores al resto de las personas.
Suelen ser personas arrogantes, que sobrevaloran sus logros o simplemente consideran que “ellos siempre lo hacen bien, siempre tienen razón”, llegando en el ambiente laboral a crear situaciones tóxicas, dada su tendencia a la falta de compañerismo y la atribución de todos los logros a su persona, y todos los errores a sus compañeros, o menospreciando o criticando abiertamente sus logros.
No soportan que les hagan sombra, que no se les admire y reconozca.
Todo su anhelo es sobresalir, y para ello realizan actividades encaminadas a superar al resto de las personas, quedar en un plano en el que sean admirados y reconocidos como “superiores”.
En realidad tras una personalidad narcisista se encuentra una persona atormentada por su baja autoestima. Esa necesidad de sobresalir constatemente, les hace vivir una vida con esfuerzos permanentes por llegar a la cima de cualquier cosa, de salirse de la media, de resaltar.
No se aceptan tal como son, no disfrutan de si mismos con esa extraña necesidad de sentir la admiración de los demás.
Ciertamente, una persona que tiene oculta una baja autoestima puede utilizar esa supuesta arrogancia con la pretensión de que las personas le vean como quiere ser, y no como realmente se siente o es.
La falta de empatía que demuestra hacia los demás le hace encontrar dificultades en hacer amistades, es muy cansado pasar un rato agradable con alguien que intenta sobresalir y sólo está interesado en él mismo.
Durante un tiempo puede fingir un interés por los demás, pero es algo muy instrumental: una forma de “copiar” cosas que admira o para conseguir ser aceptado en grupos, de los que pronto se verá rechazado por sus características de interrelación.
Normalmente buscan posiciones sociales elevadas: critican abiertamente lo que socialmente no está a su alcance, pero lo envidian y anhelan. Normalmente la crítica es desmedida hacia todo aquello que les produce envidia (y un narcisista puede envidiar toda aquella cualidad que desea para aumentar su grandiosidad)
Las relaciones de pareja suelen ser dificultosas y poco gratificantes. Pueden enamorarse y mantener una relación de pareja siempre que la persona con la que esté le admire o sea una persona que le ayuda a destacar y brillar.
Dada su escasa empatía, probablemente le cueste sentir un afecto profundo que no sea el derivado de sentirse amado y admirado. Si esto no ocurre o la persona que comparte su vida le contradice en sus ansias de grandiosidad, habrá problemas.
TRATAMIENTO PSICOLÓGICO
Es muy complicado tratar a una persona con este patrón de personalidad, ya que rechazan de plano las críticas (pudiendo adoptar una actitud de rechazo).
Es difícil que acepten que puedan estar equivocados o simplemente que acepten que hay personas en su entorno con tantas cualidades como las que ellos mismos se atribuyen.
Es conveniente para su tratamiento, realizar las sesiones grabadas. El lenguaje corporal que desarrollan suele ser aversivo para otras personas (grandilocuencia) y es más fácil mediante el visionado que puedan aceptar la diferencia que hay respecto a tono y gesticulación (o incluso la mirada) para que puedan ver los errores.
Una práctica que resulta interesante con ellos es grabarles hablando de un tema concreto durante un periodo de 5 minutos, y grabar a personas de edad y físico similares haciendo el mismo ejercicio, para luego preguntar a otras personas qué les suscita cada uno de ellos.
Puede ser que no sepan identificar claramente la personalidad narcisista, pero probablemente les reconocerán por sus rasgos.
El tratamiento a seguir con estas personas se basa en la experiencia que van teniendo en la interacción con otras personas y las dificultades encontradas, para luego pasar de la primera atribución de la responsabilidad a “otros” a intentar buscar los propios fallos y buscar formas nuevas de relación.
El control de gestos, posturas, tono de voz, etc, también es muy importante, ya que esa primera tarjeta de visita en estas personas puede resultar aversiva.
Fuente: MANUAL DIAGNÓSTICO Y ESTADÍSTICO DE LOS TRASTORNOS MENTALES 5ta. EDICIÓN DSM-5®