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LA MEMORIA SELECTIVA EN EL FIN DE UNA RELACIÓN

abril 11, 2024 CONSULTA PSICOLOGICA VILLAVERDE
ruptura consulta psicologica villaverde.jpg

Cuando una pareja rompe lo usual es que sea uno de los dos el que se arme de valor para dar el paso.

Las rupturas son difíciles, las rupturas en las relaciones verdaderas, claro, porque si desde el principio no existe un compromiso o un plan de futuro, romper una relación es como cambiar de vaqueros.

Pero aquí tratamos el problema de parejas consolidadas, las que tienen una proyección de futuro y empezaron con la ilusión de compartir sus vidas.

Pero la realidad a veces es amarga, las situaciones complejas, y ante todo, no podemos planificar el futuro porque es incierto: demasiados factores entran en juego y nos hacen ir sorteando el día a día requiriendo ajustar nuestros planes, nuestras expectativas, nuestra forma de actuar.

En las parejas que las cosas se tuercen, que motivos hay a cientos, desde los mas simples: se acaba la atracción, el camino de ambos es divergente, las discusiones son demasiado amargas, a situaciones complejas como infidelidades o faltas de respeto que hacen imposible la convivencia.

Sea cual sea la causa, la ruptura es un fracaso de un proyecto, en el que une pone el punto y final y otro se siente “el abandonado”. Esta exposición, que es la común en las rupturas es simplista y ayuda a dar una respuesta a una situación: el culpable y el inocente.

Nadie es totalmente culpable, nadie es totalmente inocente, incluso cuando se produce una infidelidad, hurgando un poco nos encontramos parejas en las que una de las dos personas se ha sentido relegada a un segundo plano respeto a las tareas cotidianas.

Ha reclamado más atención, recuperar la magia, la comunicación y no ha recibido respuesta. En este caso, cubrir las necesidades afectivas han tenido un motivo (la deslealtad no es la forma, aunque exista una explicación para ello).

En cualquier caso, normalmente a consulta acude “el dejado”, “el humillado”, el que no sabe el por qué real de la ruptura (normalmente nunca lo sabrá, la gente suele dar respuestas de compromiso porque ya no luchan por la relación y no quieren arreglar las cosas).

La persona que se siente abandonada sufre, añora a la persona que fue su pareja y…. normalmente pierde un poco el sentido de la realidad, cosa normal, es dolor es insoportable y en estos casos el componente obsesivo lo convierte en patológico.

Ahora bien, a la persona a “la que han dejado” se serena y puede hablar del pasado, el discurso inicial de incomprensión y de deseo de regresar con su pareja, empieza a verse empañado por episodios en los que la convivencia no era tan idílica.

La persona no era tan perfecta, vamos que en muchos casos la relación era una castaña, pero como somos cobardes, preferimos una mala relación de pareja a la soledad, y hacemos de la necesidad virtud, y “nos creemos” esa historia que ya no funciona.

En terapia intentamos que la persona sea más objetiva respecto a la biografía de su relación, a sus verdaderos sentimientos antes de la ruptura, a cómo se sentía, como vivía aquella vida, e incluso en como era su pareja en los últimos tiempos.

Es un proceso que “descoloca” un poco, porque la persona empieza en un modo piloto automático de ver solo lo bueno que ha perdido y es incapaz de ver la realidad.

Cuando conseguimos superar ese momento, que recupere su identidad, que comprenda que su felicidad es importante y no se basa en el pasado, sino en el presente que está construyendo y en el futuro, empieza a ver las lagunas y las imperfecciones de lo vivido.

A veces se da cuenta que seguía dentro de una relación por inercia pero los sentimientos iniciales, esos que está reviviendo ahora, los únicos que parece recordar, hace tiempo que desaparecieron.

El choque con la realidad es un proceso fascinante, porque la persona, sorprendida, es capaz de analizar el pasado de forma objetiva, y sus sentimientos se ordenan, y empieza a luchar por recuperar su autoestima, por ser feliz comprendiendo que la verdadera felicidad no es que alguien nos quiera (que está muy bien), sino sentirse en paz con nosotros mismos.

Sintiendo que no hay gran diferencia entre lo que deseamos ser y hacer y lo que tenemos. En ese punto, una pareja tiene que ser alguien que nos aporte, que nos sume, que nos realce, que ponga la guinda al pastel de nuestra vida.

El dato más positivo es que la totalidad de las personas que han pasado por terapia (por lo menos en esta consulta), han experimentado una mejoría en menos de un mes de tratamiento, al segundo mes de tratamiento (como anécdota, habían cambiado la foto de perfil por otra en la que mostraba una actitud optimista y relajada).

A los tres meses, no volverían con su pareja ni les tocarían con un palo, no por rencor, simplemente por ser pasado y no presente ni futuro.

Si estás en el momento de manta, pañuelos, música romántica y visitas constantes a sus redes sociales, pensando que la vida ha terminado, date una oportunidad.

Busca ayuda, abre los ojos y empieza a caminar por la vida eligiendo el cómo, con quien y sabiendo abandonar algo cuando ya no es una fuente de gratificación.

El dolor no es eterno, no lo hagas eterno.

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En RUPTURA PAREJA Etiquetas separacion, ruptura, duelo divorcio, depresion tras ruptura, mujer abandonada, iciar goujon psicologa ruptura
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RUPTURAS: DEJAR UNA RELACIÓN NO HACE QUE SE ACABE EL MUNDO (AUNQUE LO PAREZCA)

febrero 28, 2023 CONSULTA PSICOLOGICA VILLAVERDE
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La ruptura de una relación de pareja es vivido en muchas ocasiones como el fin de todo aquello que suponía nuestra “vida normal”.

Sufrimos porque recordamos a la persona con la que estábamos, pero esto, en serio, es una TRAMPA PSICOLÓGICA.

En nuestro interior lo que nos ocurre es el temor a emprender un nuevo camino en solitario, en muchas ocasiones sin tener actividades de ocio o amigos a los que llamar.

Las rupturas no suceden porque alguien de repente tenga el capricho de dejar atrás una relación.

Normalmente hay señales de alarma que o no vemos o no queremos ver, o simplemente nos sentimos cómodos en la situación y pensamos que será una situación pasajera.

Al principio las personas sí creen ciegamente que la ruptura se ha producido de forma espontánea, y no son capaces de reconocer que tal vez, por su parte, las cosas ya no fluían como antes, y que donde había pasión y compromiso, ahora hay tedio y rutina.

Probablemente el terror que produce enfrentarse en solitario a la vida, hace que consideremos que “más vale malo conocido que bueno por conocer” tenga un sentido positivo.

Muchas personas no saben cómo empezar a construir su nueva vida, porque se han dejado llevar por una situación de comodidad en la que no necesitaban hacer esfuerzos por planear el ocio o ni siquiera se planteaban un sábado en solitario.

Ahora empieza el drama, la paralización, la incapacidad de ver salidas y las ideas irracionales como “qué pensarán” al ver sola en una terraza a una persona tomando algo.

El primer trabajo de reconstrucción de la persona es que aprenda a darse tiempo: no hay que buscar un parche emocional, porque eso sólo produce una cascada de fracasos.

Comienza la nueva era: querernos, aceptarnos, intentar mejorar aquello que no nos gusta de nosotros mismos y aprender algo que de niños sabíamos perfectamente: elegir aquellas actividades o amigos que nos suponían una fuente de satisfacción.

Ese tiempo de querernos y conocernos es clave para establecer una personalidad más sabia, segura y con capacidad de luchar por sus sueños, sin crearse dependencias ni necesidades.

Para avanzar en este camino la primera regla es no juzgarnos a nosotros mismos, dejarnos del “que dirán”, porque más personas de lo que podemos imaginarnos, están pasando por la misma situación , y otras muchas, si tuvieran el suficiente coraje, romperían con relaciones en las que se sientes atrapad@s.

Empieza con la lista de cosas que te dejaste por el camino, o que nunca tuviste tiempo de hacer, busca grupos de actividades (no todo en la vida es buscar pareja).

Piensa que todas las personas que están en esos grupos han pasado por lo mismo que tú, y han optado por salir y disfrutar, dejando atrás sus miedos.

Así que piensa por un momento: AHORA ES TU MOMENTO, no lo dejes escapar!

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En SOLEDAD TRAS RUPTURA Etiquetas divorcio, separacion, duelo por ruptura, dependencia emocional, soledad tras ruptura, depresion tras ruptura
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