PROBLEMAS PROPIOS DE LA ADOLESCENCIA
La adolescencia supone un gran cambio físico y psíquico. En algunos momentos quieren volver a ser niños, otras se consideran ya adultos.
La familia deja de ser su núcleo principal de apoyo y sus amigos se convierten en algo esencial y prioritario.
Aparecen dudas (a veces sobre la identidad de género o la orientación sexual), empiezan a mostrar un interés en el ámbito sexual, surgen complejos físicos, dificultades de relación, una muchas veces excesiva utilización del móvil en detrimento de su vida en general (y de sus horas de sueño en particular).
En ocasiones la baja autoestima o la deseabilidad social les llevan por caminos poco recomendables, como el abuso de sustancias o alcohol. Otras veces se ven inmersos en relaciones sexuales por presión del grupo.
En el peor de los casos, en la temprana adolescencia, pueden aparecer problemas de depresión que les llevan a las autoagresiones y a la ideación o intento autolítico.
Es necesario para los padres durante esta etapa de la vida de sus hijos estar muy atentos a sus cambios de humor, de relaciones, de conductas. Y es de suma importancia estar alerta a problemas de autoestima o problemas en las habilidades sociales que puede llevar a su aislamiento social.
La recomendación fundamental para los padres es: muchísima paciencia y tratar a los hijos en esta etapa con mucho tacto.
