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COMO VIVEN LOS NIÑOS EL DIVORCIO SEGÚN SU EDAD

mayo 5, 2025 CONSULTA PSICOLOGICA VILLAVERDE
reacciones de los niños ante el divorcio según su edad

Bebés (0-1 año): 

  • No comprenden las razones del conflicto, pero se dan cuenta del clima emocional del hogar, sienten la tensión y el descontento.

  • Se dan cuenta de los cambios en los niveles de energía y en estado emocional de los padres.

  • Se dan cuenta de cuando uno de los padres ya no está en el hogar.

  • Dependen totalmente de los adultos que los cuidan.

  • Comienzan a desarrollar confianza en otros y en el mundo.

  • Cuanto tiempo se pase con los bebés determina la formación de los lazos afectivos.

  • Fíjate si muestran señales de malestar. Si están más irritables, nerviosos, si demuestran más rabietas, pérdida de apetito, o retrasos en su desarrollo.

  • Hazles sentir seguros demostrándoles afecto, meciéndoles, tocándoles, hablándoles con cariño.

  • Mantén sus juguetes y objetos favoritos a la mano.

  • Mantén las rutinas lo más posible.

  • Introducir personas nuevas gradualmente.

Niños pequeños (1-3 años): 

  • Necesitan estabilidad y predictibilidad.

  • Son egocéntricos: creen que causan todo lo que pasa.

  • Fíjate si muestran señales de malestar: llanto excesivo, apego extremo, dificultades al dormir, pesadillas, ansiedad de separación, regresión a comportamientos más inmaduros.

  • Ofrecerles más atención y cariño, especialmente a la hora de separarse.

  • Hablar sobre el divorcio a un nivel que puedan comprender.

  • Hacerles sentir seguros con muestras de afecto verbales y físicas.

  • Demostrar que comprendes su malestar.

Niños de edad preescolar (3-5 años): 

  • Necesitan estabilidad y predictibilidad.

  • Son egocéntricos. creen que causan todo lo que pasa, piensan que pueden controlar los eventos, se sienten responsables o culpables del divorcio.

  • Tienen fantasías sobre la reconciliación de los padres.

  • Observa si muestran señales de malestar: tristeza, confusion, preocupaciones, temores, pesadillas, agresión, regresión a comportamientos mas inmaduros, aislamiento, apego extremo, quejosos.

  • Hablar sobre el divorcio a un nivel que puedan comprender.

  • Hacerles sentir seguros con muestras de afecto verbales y físicas.

  • Leerles libros sobre el divorcio.

  • Animarles a hacer preguntas y a hablar sobre sus sentimientos y pensamientos. 

  • Demostrar sensibilidad a sus temores.

  • Decirles repetidamente que no son responsables por el conflicto o el divorcio. 

  • Apoyar la relación de los niños con el otro padre, a menos que sea peligroso. 

  • Mantener las rutinas lo más posible.

  • Introducir personas nuevas gradualmente.

Niños de escuela primaria (5-12 años): 

  • Se dan cuenta de lo que pasa, pero carecen de las destrezas necesarias para lidiar con los conflictos.

  • Pueden comprender el concepto de divorcio.

  • Sufren la pérdida de la familia como era antes del divorcio.

  • Pueden sentirse rechazados por los padres.

  • Tienden a culpar a otros, a menudo a uno de los padres.

  • Hablar sobre el divorcio a un nivel que puedan comprender.

  • Observar si muestran señales de malestar: tristeza, problemas académicos y/o sociales en la escuela, comportamiento inapropiado, achaques físicos, conflictos entre hermanos por competencia.

  • Hacerles sentir seguros con muestras de afecto verbales y físicas.

  • Leer libros sobre el divorcio.

  • Animarles a hacer preguntas y a hablar sobre sus sentimientos y pensamientos. 

  • Demostrar sensibilidad a sus temores.

  • Decirles repetidamente que no son responsables por el conflicto o el divorcio. 

  • Apoyar la relación de los niños con el otro padre, a menos que sea peligroso. 

  • Mantener las rutinas lo más posible. 

  • Introducir personas nuevas gradualmente.

Adolescentes (13-17 años): 

  • Están más envueltos con su grupo de pares y dependen menos de sus padres que los niños menores.

  • Les preocupa el impacto del divorcio en sus relaciones.

  • Sienten dudas de sus propias capacidades de establecer relaciones a largo plazo. 

  • Pueden tratar de tomar ventaja de los padres.

  • Observar si muestran señales de malestar: ira y hostilidad extrema, actitud desafiante, preocupación por asuntos financieros u otros asuntos de adultos, auto-concepto disminuido, aislamiento, problemas académicos o sociales en el entorno escolar, comportamientos impredecibles o arriesgados.

  • Mantener abiertas las vías de comunicación.

  • Ser justo y razonable al asignarles responsabilidades.

  • Apoyar la relación de los chicos con el otro progenitor, a menos que sea peligroso.

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CUANDO LOS HIJOS NOS CULPAN DEL DIVORCIO

junio 1, 2024 CONSULTA PSICOLOGICA VILLAVERDE

 Es frecuente encontrar en consulta a padres o madres alarmados porque sus hijos, tras un divorcio, mantienen una conducta hostil hacia el progenitor que ostenta la custodia.

Esta situación produce una gran preocupación en el padre/madre, que se sienten culpables y tienden a adoptar una posición de complacencia ante el hijo pensando que así le volverá a aceptar.

Las conductas hostiles, agresivas, oposicionistas o de claro reproche hacia el progenitor, culpabilizándole de la situación, hay que comprenderla dentro del contexto de maduración del niño, de cómo interpreta la realidad de un divorcio.

Un niño, cuando sus padres se divorcian ven que su mundo infantil se derrumba: para ellos la situación normal e idílica es que "papá y mamá" estén juntos y a su lado, y el cambio de situación les produce un gran dolor y sentimientos de inseguridad.

Es normal que vean a la persona con la que se quedan como la fuerte, y aquella que tiene que abandonar el hogar, como la débil y desprotegida. Ante esta situación, es normal que cierren filas con el que se ha ido, en un intento (infantil, evidentemente) de darles ellos mismos protección.

Los niños no pueden expresar sus emociones y sentimientos con un discurso coherente, y por ello utilizan las únicas armas que dominan: su conducta.

La forma de expresar dolor y frustración es el mal comportamiento, una forma de expresar su malestar, a veces con la idea de que conseguirán volver a unir a sus padres, otras veces para que ellos mismos se sientan mal.

Ante esta situación tan complicada (se une el problema emocional propio de la ruptura con la mala conducta del hijo), los padres se pueden sentir sobrepasados.

Es importante, como primer punto analizar la situación: un niño con mala conducta, si esta se está produciendo en un contexto de crisis familiar, es un niño que está expresando su frustración, y sobre ello hay que trabajar, considerando el mal comportamiento una válvula de escape.

Es necesario eliminar cualquier conducta que suponga un incremento de la ansiedad y el dolor del niño: el progenitor que no está con el hijo.

JAMÁS debe mostrar su dolor delante del niño, básicamente porque no le llega el mensaje de "cuanto te quiero y cómo sufro", sino "tu padre sufre y tu, como eres un niño, no puedes ayudarme". No se está "castigando" al otro progenitor: se está haciendo sufrir al niño.

El padre/madre que ostenta la custodia tampoco debe sentirse una víctima del odio de su hijo: nos movemos en clave: adulto-niño, no nos podemos poner a su altura.

La comprensión del problema con una cierta madurez, nos ayudará a darle al niño la seguridad, protección, amor y a liberarle de los miedos o los sentimientos de culpa.

Es importante que los padres ante una situación de divorcio, y a pesar de sus diferencias individuales, actúen como personas adultas, maduras y responsables.

Nada más nocivo para un niño que verse inmerso en las luchas entre mayores, incluso si uno de los padres persevera en esa actitud, el otro no debe entrar en esa guerra.

Hay que mantener una actitud firme, y saber que a pesar del rechazo inicial del niño, la vida "pone a cada uno en su sitio", y la actitud de "querer a un hijo sin esperar nada a cambio" siempre da frutos positivos, aunque no precisamente a corto plazo.

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En DIVORCIO CON NIÑOS Etiquetas divorcio y niños, agresividad niños tras divorcio, dificultades niños tras divorcio, oposición a los padres, problemas conducta hijos
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ESCUELA PARA PADRES...DIVORCIADOS

mayo 17, 2024 CONSULTA PSICOLOGICA VILLAVERDE

El divorcio es una situación familiar traumática en la que hay dos personas responsables: el padre y la madre. Los niños podrán disfrutar de una situación normalizada y estable en cuanto sus padres sean capaces de diferenciar sus problemas de adultos con las necesidades y sentimientos de los hijos.

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En DIVORCIO CON NIÑOS, ESCUELA DE PADRES Etiquetas terapia de pareja, terapia familiar, divorcio, divorcio con niños
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UN NIÑO DE PADRES DIVORCIADOS NO ES UN NIÑO HUÉRFANO

abril 13, 2024 CONSULTA PSICOLOGICA VILLAVERDE

Es comprensible que el momento del divorcio esté impregnado por sentimientos negativos hacia la ex pareja. Se cuentan con los dedos de una mano esos divorcios idílicos en los que la pareja rompe, mantiene una relación de cariño y cooperación (lo que viene siendo una pareja civilizada).

En el divorcio hay uno que es “el malo”, el que da el paso de divorciarse, y pasa automáticamente a asumir el rol de destructor de la familia, y luego esta “el bueno”, el que ha sido abandonado, el que hubiera permanecido eternamente dentro de la unión por “el bien de los hijos”.

Esta simplificación máxima, y sin duda carente de veracidad, es sin embargo la esgrimida por las parejas cuando rompen.

Sin duda existen hechos y situaciones que han motivado la ruptura, y que no se basan sólo en el detonante final, sino que suele haber una situación de alejamiento y desgaste que la pareja no ha querido asumir por comodidad, miedo o convenciones sociales.

En cualquier caso, el momento de la ruptura convierte en dos personas que antes formaban un equipo, en rivales más enconados que un Madrid-Barsa.

La situación, en la que hay un daño emocional muy importante, se agudiza con los temas económicos, en los que ambas partes intentan barrer para casa pensando en rehacer la parte material de su futuro.

Las guerras púnicas que se desatan por la tele, la casa, el juego de plata, el perro, la vajilla buena, o los paños de cocina, vistas desde fuera resultan incomprensibles.

Sacamos el video de la boda, les hacemos un video en la mesa de negociación de las condiciones del divorcio y nos encontramos con dos lindos y cursis gatitos convertidos en tigres de Bengala (pero de los que llevan sin comer varias semanas).

Así que hemos ido sumando factores para llegar a la irracionalidad total: los motivos del divorcio, la decisión del divorcio y el reparto de bienes.

Terminados estos puntos nos solemos encontrar con dos personas que miran para si mismas y suelen ser sinceras cuando dicen que “quieren lo mejor para sus hijos”, porque claro, la cara B de la otra persona, la hasta ahora desconocida, no parece que sea una buena carta de presentación como el mejor padre o la mejor madre.

Ahora es cuando toca hacer el análisis profundo de la situación: los hijos nacen dentro de una relación de pareja, se crían dentro de una familia en la que se les inculca el amor y el respeto al padre y a la madre. Los niños crean sus vínculos afectivos con sus progenitores, que les proporcionan amor y seguridad.

Esta situación que hemos ido creando en la época de las “vacas gordas” no podemos revertirla ahora.

No podemos decirle a los niños que esa persona, su padre o madre, en la que confiaban y que nosotros mismos hemos enseñado a que respetaran y quisieran, es malo, no les quiere, no les va a cuidar, tiene otras cosas que le importan ahora más que sus hijos.

Eso no es querer a un hijo: es romperle la infancia, es romper su escala de valores, socavar el suelo en el que pisan seguros dejando un abismo de miedo y desconfianza. Aprenden que los adultos les han mentido, que de aquellos que pensaban que les querían era todo una farsa.

Los niños no se divorcian de sus padres, nosotros, los adultos, somos los que rompemos una pareja, en algunos casos seremos los que tomamos la decisión, en otras experimentaremos el dolor de vernos traicionados. Es un trabajo muy duro mantener el tipo durante el divorcio y disociar la ruptura de lo que no se puede romper: la parentalidad.

Lo ideal es que los padres hablen sobre los dos escenarios en los que se mueven ahora: a nivel pareja el rencor, la desconfianza, el odio africano, el despecho (todo muy humano y afortunadamente pasajero si se consigue avanzar en el terreno personal).

Otra cosa es la crianza y bienestar de los niños: los pactos para que ellos conozcan la nueva situación: papa y mama ya no se divierten juntos, han dejado de ser mejores amigos, pero se respetan y ambos os queremos, y eso es algo que no se puede romper.

La actitud colaboradora, los halagos (a veces hay que ser un poco falso) sobre el otro miembro de la pareja cuando los niños cuentan algo emocionados, el consenso en la toma de decisiones respecto a ellos, la flexibilidad, el diálogo, les dará un nuevo marco de estabilidad y normalidad necesario para su desarrollo.

Lo que hace que los niños se traumaticen con el divorcio no es la ruptura de la unidad familiar en el sentido “casa común”, lo que les duele son las luchas entre los padres que tienen que presenciar, el papel que a veces se le hace tomar de paño de lágrimas de uno de los cónyuges, el oír cosas denigrantes sobre uno de ellos, o que les digan que ya no les quieren o no importan.

Hay veces que uno de los padres no se comporta tras el divorcio como debería: no hace suficiente caso al hijo, deja de asumir sus responsabilidades económicas, se ausenta.

Todo ello debe ser explicado a los niños de una forma que no les haga sentirse culpables (que es lo que les suele ocurrir), ni tampoco utilizar el insulto o decirles que esa persona ya no les quiere.

Hay que dejar al niño tranquilo, contestar a sus preguntas amortiguando un poco las verdades crueles, no es cuestión de que el progenitor responsable quede como un santo abnegado, no es el momento de ponernos medallas. La máxima expresión de amor es no hacer más grandes las heridas de nuestros hijos.

El tiempo pone cada cosa en su sitio, cuando sean mayores, por ellos mismos, sabrán qué lugar ocuparon cada uno de sus padres en sus vidas, qué lugar quieren que ocupen, pero deben ser ellos mismos quienes se den cuenta.

En realidad, aquel progenitor que abandona a sus hijos es un pobre desgraciado, porque se pierde lo más bello de la vida: la infancia de un hijo.

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En DIVORCIO CON NIÑOS Etiquetas divorcio, separación, terapia familiar, duelo separación, hijos y divorcio, terapia infantil, consulta psicologica villaverde terapia infantil, consulta psicologica villaverde terapia familiar, consulta psicologica villaverde superacion divorcio, iciar goujon psicologia infantil
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CUANDO LOS PADRES SE DIVORCIAN, LOS HIJOS NO LO HACEN

marzo 20, 2024 CONSULTA PSICOLOGICA VILLAVERDE
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Siempre estamos a vueltas con el tema de la custodia de los menores sobre el divorcio.

Hace años la patria potestad era ejercida por ambos progenitores, y la custodia normalmente se concedía a la madre de los niños, teniendo el progenitor no custodio el derecho a visitas intersemanales y en algunos casos a pernocta los fines de semana.

De la misma forma, los niños permanecían en el hogar familiar y el progenitor no custodio hacía frente a una pensión de alimentos para cubrir las necesidades de los hijos.

Puesto sobre el papel, de manera fría, puede parecer mejor o peor, pero la situación que se creaba era de un profundo dramatismo.

En esos primeros tiempos, normalmente el padre salía de casa (daba igual la vinculación o cuidado proporcionado a los hijos), y las pensiones leoninas hacían que muchos acabaran viviendo en pisos compartidos o regresaran al hogar de sus padres.

Acabar con la pensión compensatoria, por la que había que pagar un dinero a la mujer todos los meses, afortunadamente ya nos queda un poco atrás y se limita a la ruptura de matrimonios de más edad en los que la mujer se ha dedicado al cuidado del hogar, no habiéndose incorporado al mercado laboral.

Personalmente opino que terminar con esta pensión compensatoria ha sido muy positivo para la incorporación de la mujer al mundo laboral, y poder desarrollarse en igualdad de oportunidades, y a la vez, poder tomar decisiones, como el divorcio, sin estar mediadas por necesidades económicas.

En el momento actual la tendencia es la custodia compartida, algo que a pesar de la naturalidad y el beneficio que representa para los niños, todavía no es bien aceptado en todas las familias, en las que se sigue luchando por la custodia para la mujer.

Desde la Psicología Jurídica ya son pocos los casos en que se hagan periciales para establecer la mejor opción (desde el punto de vista psicológico y psicosocial) como instrumento de apoyo a las decisiones judiciales.

Normalmente los padres no están de acuerdo a la realización de un peritaje conjunto y en ese caso, ya ni qué decir de peritar a los menores, para lo que se necesita el consentimiento expreso de ambos progenitores es imposible.

El hecho de acudir a Juicio para establecer unas medidas provisionales en las que se realice la disolución de los bienes (gananciales) y establecer la mejor situación de convivencia para los menores, es extremadamente infrecuente.

En cuanto se toca el dinero, se monta la Mundial, y del dinero pasamos a los niños y a lo que haga falta.

Yo pediría a los padres que están en proceso de divorcio UN EJERCICIO DE RESPONSABILIDAD.

Exceptuando los casos en los que se dan circunstancias de violencia doméstica, adicciones por una de las partes, alguna psicopatología que ponga en peligro a los niños o cualquier circunstancia real que les afecte negativamente, buscaría la solución de una custodia compartida.

Porque los niños no se divorcian de sus padres, esta es una cuestión de adultos: en ella se metieron, pues que de ella salgan solitos, que ellos no son los muebles del salón.

Entre los últimos motivos para solicitar la custodia de unos menores está, por ejemplo, la reducción de jornada para el cuidado de los niños. Esto se esgrime como un acto de generosidad hacia los niños y dejar aparte el desarrollo profesional.

Aquí diría: cuidadito: hay profesiones en las que no es posible pedir una reducción de jornada, o que ambos progenitores deciden cuál de los dos es el que tiene más facilidades para poder solicitarla.

¿Es malo el que no coge la reducción de jornada? ¿Y si no puede? pongamos un matrimonio que él trabaja de dependiente en unos grandes almacenes y ella es maestra en un colegio.

¿Cuál de los dos tiene más fácil solicitar la reducción? Creo que el hombre, y no por ello la madre es peor ni se involucra menos en el cuidado de los hijos, y claro, por supuesto que el que solicita reducción de jornada está más involucrado en el cuidado de los niños, porque la reducción de jornada se cimienta en el cuidado de los hijos, no en ir a jugar al pádel o ver Tele 5 por las tardes.

Bajo mi punto de vista, en caso de litigio, sería necesario que ambos padres pasaran por un profundo estudio psicológico, en el que se descartara la posibilidad de hacer daño directo o indirecto al niño, y la existencia de psicopatología, falta de responsabilidad, interés, etc, y en caso de que ambos padres fueron adecuados para atender a los niños, se optara por la custodia compartida.

Ojo, no es una cuestión cualitativa: un padre puede ser muy cariñoso con los niños pero darles de cena pizza por no oírles, una madre puede tirarse horas con los deberes del niño y dejarle el resto del tiempo de ocio a que le cuide la Playstation.

De todo hay, lo importante es la voluntad, la calidad no puede ser decisiva en estos temas, en los que por otra parte, muchas veces, la custodia compartida hace que ambas partes se involucren más y mejor con sus niños compartiendo tiempo de calidad y todas las responsabilidades en el tiempo que permanecen con ellos.

Y por favor, los padres deben comprender que los motivos del divorcio no son extrapolables a las decisiones del cuidado de los hijos: un padre o una madre pueden haber sido infieles a su pareja y no por ello ser malos padres, por ejemplo (es que se da mucho).

Y ante todo: una vez que se ha comenzado la vida por separado, intentar que lo que une, los hijos, sirva para seguir siendo familia, ya que lo que no podemos pedir es a la Justicia que obre para la protección integral y prioritaria del menor y luego nosotros, en nuestras casas, estemos diciendo o haciendo cosas que hacen sufrir a nuestros hijos, contraviniendo esta protección del menor.

De las cosas más bonitas que he podido ver en consulta es cuando vienen padres divorciados con un niño, que tiene algún tipo de problema, y vienen ambos, y se involucran, y se ve al niño o la niña perfectamente cómodos, protegidos, relajados.

Ese tipo de padres son para mi los que quieren a sus hijos por encima de todas la cosas, que apartan sus rencores y construyen sus vidas respetando lo más sagrado que tienen: la vida que ellos mismos dieron.

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En DIVORCIO CON NIÑOS, FORENSE FAMILIA Etiquetas divorcio, custodia compartida, informes periciales divorcio, informe aptitud parental
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LA ACTITUD DE LOS NIÑOS ANTE LOS INSULTOS DE PADRES SEPARADOS

febrero 7, 2024 CONSULTA PSICOLOGICA VILLAVERDE

Es lamentable ver la cantidad de padres que muestran una actitud irresponsable criticando a su ex-pareja delante de los hijos (los padres no suelen ser lo peor, hay abuelos que ya se podrían dar un puntito en la boca).

La rabia, el resentimiento hacia la otra parte hace que el niño sea utilizado para intentar desprestigiar a su otro progenitor.

En casos extremos se busca que los niños rechacen mantener el contacto con la otra persona, en una maniobra de divorcio total , pretendiendo borrar completamente al otro progenitor.

Esta forma de actuar está muy estudiada, y supone un maltrato psicológico hacia el menor, y un síndrome (SINDROME DE ALIENACIÓN PARENTAL) que actualmente se llama VIOLENCIA VICARIA, que pueden dejar graves secuelas en los niños.

Tenemos hijos y les decimos: “respeta a papá, tu mamá es la más buena del mundo”, y llega el divorcio y los mensajes que les damos son exactamente los contrarios.

Enseñamos a odiar, cuestionar, desconfiar sobre el padre o la madre. Evidentemente la ración de estrés psicológico para el pequeño está servida, estos mensajes contradictorios, ponerles en un conflicto de lealtades, pensar que uno de sus progenitores es malo, es un buen caldo de cultivo para adultos con relaciones personales insanas, desconfianzas, desapego, descrédito.

Antes incluso de pensar en tener hijos, cuando pensamos en una paternidad/maternidad responsable, deberíamos hacer el ejercicio de evaluar nuestra propia capacidad de querer a nuestros hijos por encima de todo, incluso de nuestro propio rencor.

Obviamente cada estilo educativo será diferente en progenitores divorciados, y uno de ellos se puede quejar de que el otro o la otra les permiten todo, les dan chucherías, se acuestan a las mil, no hacen los deberes…. es algo con lo que tenemos que convivir.

Elegimos mal: bad luck, toca tragarse el sapo. Si a cada cosa que no se hace como queremos se monta la gran bronca, las cosas sólo pueden ir a peor. Es mejor hacer la vista gorda, exceptuando en casos que ponen en peligro de alguna manera la integridad física o moral de los pequeños, y para eso, está el Juez, no el ring que montamos día a día.

Cuando vayas a decirle a tu hijo algo malo del otro progenitor, piensa que estás insultando a tu propio hijo, que estás diciéndole que algo suyo es malo, le estás haciendo sufrir, le estás enseñando a callar. Estás haciendo una infancia desgraciada.

Si tu hijo viene insultándote, utiliza una técnica de terapia con niños: REFORZAMIENTO DIFERENCIAL DE CONDUCTAS POSITIVAS: ignora sus insultos, no intentes convencerle de otra cosa, haz como si no le oyeras, y ante cualquier actitud positiva, refuérzala, hazle ver que le quieres, que no le cuestionas.

No le des la impresión de que te han dolido sus palabras, porque no son suyas, y tu eres adulto y no un niño. Si el niño ve que no entras en la guerra, se dará cuenta que no puedes ser tan malo/a como te han dicho.

Tenderá a no decirte cosas feas, a no prestar atención cuando se las dicen. Actúa como un adulto ante un niño, tu hijo. Es la única actitud que te ayudará a que cese esta actitud (en casos exagerados, la vía no es el niño, es el Juez).

Si quieres ser un progenitor responsable, después del divorcio, guarda en una maleta todo lo que tenga que ver con los motivos del divorcio, y en la otra maleta pon lo que tenga que ver con el niño (a nivel mental), no mezcles una pareja infiel con un buen padre/madre, porque la infidelidad ha sido entre adultos, no con el niño.

Lo ideal es buscar puntos de consenso, trabajar “a favor de obra”, minimizando las críticas del niño o las quejas hacia el otro progenitor, fomentando que quiera a su padre o su madre, porque si lo elegimos para que ocupara ese lugar, ahora tenemos que asumir la realidad.

Jamás insultes, critiques o menosprecies a tu ex-pareja delante de tu hijo, ni permitas que lo hagan tus familiares. Es la mayor muestra de generosidad que puedes tener con tu pequeño.

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En DIVORCIO CON NIÑOS Etiquetas conducta infantil, terapia infantil villaverde, terapia hijos padres divorciados villaverde, terapeuta infantil iciar goujon, consulta psicologica villaverde psicologia infantil
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¿ES CONVENIENTE LLEVAR A LOS NIÑOS AL PSICÓLOGO TRAS EL DIVORCIO?

enero 10, 2024 CONSULTA PSICOLOGICA VILLAVERDE

El divorcio supone una experiencia de duelo tanto en los padres como en los niños.

Sin embargo, los padres viven la situación de manera completamente diferente, predominando sensaciones de alivio al cesar la situación de conflicto previa al conflicto o de ira intensa.

Para los niños el divorcio supone siempre perder, sin entrar en factores como recuperación de la estabilidad en el hogar y menor sensación de hostilidad percibida. Ellos pierden su sistema de vida, con ambos progenitores y una vida estructurada.

Muchos niños son capaces de asimilar esta situación sin grandes problemas, pero la mayoría de los niños sufren enormemente en esta situación, algunos lo manifestarán abiertamente (hostilidad, irritabilidad, menor rendimiento escolar, regresión en pautas evolutivas, quejas somáticas) y en otros casos todo parece ir bien, ya que algunos niños para no preocupar esconden sus sentimientos.

Acudir al psicólogo con el niño puede ayudar a conocer su situación emocional real y dar pautas a uno o ambos progenitores sobre la gestión de la situación.

Normalizar una situación no significa pasar página y punto. Los niños necesitan saber a qué atenerse, comprender su nueva estructura familiar y, ante todo, ver a unos padres estables, equilibrados emocionalmente y que les aporten seguridad y confianza.

Hay que tener en cuenta que muchos niños no quieren expresar sus emociones sobre el divorcio a los padres (miedo a hacerles daño, a que crean que no les son leales) o a los compañeros, por sentimientos de vergüenza. Esta situación puede crear cogniciones erróneas en ellos que siguen alimentando sin llegar a poder procesar la situación de forma sana y correcta.

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UN POEMA PARA ESOS PROGENITORES QUE SE VAN A SEPARAR

noviembre 7, 2023 CONSULTA PSICOLOGICA VILLAVERDE
antes de pedir la custodia, reflexiona que los hijos no son de tu propiedad

Un poema a tener en cuenta antes de iniciar un proceso en el que solicitas la custodia de tus hijos.

Primero reflexiona, más allá de tu dolor en que tu divorcio no es el divorcio de tus hijos. Ellos no pueden amar a ambos progenitores y de repente sentirse huérfanos de uno de ellos.

Puedes haber sido su casi único sostén, la persona que más les ha cuidado. Pero lo hiciste porque querías, porque te salía del corazón. Nada de ello te da derecho a su propiedad.

Tal vez, ellos deseen otra cosa para sus propias vidas. Aquí os dejo un pequeño poema para reflexionar sobre cuán importante es respetar a nuestros hijos más allá de nosotros mismos.

Tus hijos no son tus hijos (Kahlil Gibran)

Tus hijos no son tus hijos son hijos e hijas de la vida deseosa de sí misma.

No vienen de ti, sino a través de ti y aunque estén contigo no te pertenecen.

Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos, pues, ellos tienen sus propios pensamientos.

Puedes abrigar sus cuerpos, pero no sus almas, porque ellas, viven en la casa del mañana, que no puedes visitar ni siquiera en sueños.

Puedes esforzarte en ser como ellos, pero no procures hacerlos semejantes a ti porque la vida no retrocede, ni se detiene en el ayer.

Tú eres el arco del cual, tus hijos como flechas vivas son lanzados.

Deja que la inclinación en tu mano de arquero sea para la felicidad.

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En DIVORCIO CON NIÑOS, FORENSE FAMILIA Etiquetas reflexion sobre custodia hijos, ideas sobre la custodia de los niños
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Centro Sanitario Autorizado 10.783

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